Parte 9

559 70 11
                                    

Abrió los ojos lentamente, su vista se fue aclarando hasta visualizar todo a su al rededor. Se dio cuenta al instante que estaba en una camilla de hospital, vio el suero conectado de manera intravenosa a su brazo derecho. Su ropa había sido reemplazada por una bata celeste. Luego sintió algo frío al rededor de su muñeca izquierda, eran unas esposas. Intentó quitárselas de manera desesperada, pero al instante sintió dos manos detenerla.

—Hey, hey, está bien. Mientras más forcejees, podrías hacerte daño—le dijo a quien reconoció al instante. John Winchester. Al tenerlo tan cerca, pudo apreciar mucho mejor sus ojos azules, los cuales por alguna razón le trasmitieron tranquilidad. —Hola, otra vez. —sonrió cálidamente.

—John, —nombró guardando poco a poco la calma. —quítame esto. —pidió señalando las esposas.

—No puedo hacerlo. La policía...

—¿Llamaste a la policía? —preguntó alterándose un poco.

—No tuve que hacerlo, las personas vieron los cuerpos en el callejón. Pero tranquila, solo quedaste como... sospechosa, pero no culpable.

—¿En serio? Ya me siento mejor —respondió con sarcasmo. —¿dónde están mis botas? —interrogó buscándolas con la mirada, claramente se las habían quitado para acostarla en la camilla.

—No van a llevarte a la cárcel, Camille, yo soy testigo de lo que... ¿ellos? intentaron hacerte.

—Tienes razón, no iré a la cárcel, porque voy a salir de aquí ahora. Solo necesito que me pases mis botas.

—Aquí estarás a salvo. Incluso el policía dijo que te reconoció, dice que escapaste de un orfanato a los catorce años.

—¿Qué? —interrogó mirándolo fijamente— ¿qué más te dijo?

—Dijo que le avisaría a su superior, ¿Drew? Salieron hace unos minutos.

—John, tienes que pasarme mis botas ahora.

—Ya te dije que todo está bien...

—John, son ellos, ya me encontraron. Es imposible que un policía aquí sepa sobre mí, —el joven la miró confundido— luego te explico, primero pásame mis botas. Por favor, o ellos me matarán. —pidió casi en súplica.

El muchacho lo pensó unos segundos, se puso de pie y se acercó hasta el bolso de tela, del cual sacó un par de botas. Camille sonrió. Se las entregó a la cazadora, quien soltó un quejido al sentir cómo la aguja del suero se introdujo más en su vena.

—Yo te ayudo —dijo el Winchester al instante. Se dirigió hasta los pies de la muchacha.

—No no— negó Camille.— Primero necesito sacar algo de ahí.

Jhon frunció el ceño.

—Si metes... —dijo incómoda por lo que pediría —dentro de las botas tengo una llave, sirve para abrir este tipo de esposas.

El joven obedeció y a los segundos sacó una pequeña llave dorada. Se la entregó a la chica, quien al instante la usó para liberar su muñeca.

—¿Debo suponer que no es la primera vez que haces esto?

Camille rio.

No Puedo Quedarme⌠John Winchester joven⌡SupernaturalWhere stories live. Discover now