XXXIII

48.2K 3.8K 658
                                    

Vanessa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Vanessa.

Desperté, tomándome un par de segundos para acoplarme a la luz que entraba por la ventana de la habitación del hotel. Sonreí un poco al sentir el brazo de Elijah aferrándose a mi cintura mientras su respiración chocaba contra la piel desnuda de mi cuello.

De verdad estábamos aquí de nuevo luego de tantos meses separados. Si bien ayer cuando planeé este teatro tenía la esperanza de que llegara, en el fondo una parte de mí no quería aferrarse a ella. Ya habíamos pasado por tanto que supe que si no lo arreglábamos anoche sería el final de una buena vez.

Agradecía no haber desistido de mis ideas en realidad. Elijah era el único hombre con el que quería estar algún día. Nunca creía que ese idiota que tanto llegué a detestar se convirtiera en mi razón de sonreír en las mañanas y aquí estábamos, completamente desnudos luego de "recuperar el tiempo perdido" como lo llamó.

Sus dedos comenzaron a pasarse con suavidad por mi abdomen yendo y viniendo con lentitud mientras se removía un poco tras de mí. —No quiero abrir los ojos. —solté una risita cuando las palabras golpearon en mí oído.

Mi mano se encontró con la suya, deteniendo sus movimientos para luego girarme y poder encararlo. Sus ojos seguían cerrados cuando me volteé. —¿Por? —mi dedo índice fue a sus labios, repasando la curva que comenzó a generarse al sentir mi toque.

— La última vez que estuvimos así actué como un idiota. —expresó. Sí, lo hizo, pero eso no venía al caso ahora. No teníamos un justificante más que el hecho de que nos amábamos para lo que hicimos anoche. No había hormonas de embarazada haciendo estragos en mi sistema para que me abalanzara sobre él. Solo éramos él y yo. Tal como antes. —Lo pienso y solo quiero golpearme por ello. —sus ojos seguían cerrados, provocando que soltara una carcajada por las expresiones de su rostro.

— Recuerdo haberte dicho que lo idiota no se te quitaría. —sonrió, una verdadera sonrisa mañanera que me descolocó.

— ¿Aún lo crees?

Me acerqué, depositando un cálido beso en sus labios que se fruncieron al alejarme. —Lo sigo corroborando todos los días. —me burlé. Sus ojos se abrieron, parpadeando al notar la claridad que llenaba la habitación.

— Se nos olvidó cerrar la cortina. —la picardía brilló en sus ojos. —Aunque valió la pena. —rodé los ojos, aunque mi centro palpitó recordando como me tomó en el balcón hace nada más un par de horas. El miedo mezclado con el peligro colocó mis niveles inhibición por debajo de lo normal al punto que solo dejé que me arrancara el camisón y me estampara contra la pared saciando nuestro deseo por el otro. —¿Quieres repetirlo?

— Quizá otro día.

— Yo digo que ahora. —volvió a colocar su mano en mi cintura, subiendo y bajando por la curva.

— Eres un exhibicionista. —reí, sabiendo que no iba a hacerlo.

— Tengo complejo de arrogancia. —se acercó un poco, su mano bajando con suavidad de mi cintura a la curva de mis nalgas. Se tomó su tiempo, pero cuando llegó a su destino, apretó un poco pegándome contra él. —Me encanta la idea de que el mundo sepa que eres mía.

HALFTIME SHOW (Kings Of The Game 4.5)SIN EDITARWhere stories live. Discover now