19. La boda

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-Joder Gabriel, que apretado estás. -Las manos de Javier aferran con fuerza mis caderas mientras sus fuertes estocadas me llenan. -Venga, estoy apunto, córrete ya.

-Justo ahí, siiiiiii, así, maaaaaaaaaaaaaas. -No puedo evitar gemir mientras el fuerte chorro se estrella contra la pared y siento la cálida esencia de mi novio llenarme. -Tienes que limpiar la pared.

-Ahora lo hago, deja que me ocupe de ti primero. -Rápido me ordena la ropa y me hace apoyar en una de las estanterías, mis piernas tiemblan sin remedio. Saca un pañuelo y limpia la pared, se acerca a besarme. -Salgamos, aún nos esperan las copas.

-Dejen de usar mi almacén para echar polvos rápidos. -Nos dice enfadado Gotzon mientras nos pone dos cervezas. -Follen en su casa, joder.

-Es que no podía aguantar más. Perdona. -Le dice encantador Javier. -Se pone a contonear su redondo culo por toda la oficina, para mí es un martirio.

-Yo tampoco podía esperar. -Ahora le explico al enfadado Gotzon. -Cuando me mira con esos ojos de deseo, mi culo empieza a palpitar de deseo. -Sonrío a Javier y le guiño un ojo. -Justo ahora me está sucediendo de nuevo.

-No, ahora no van a volver a mi almacén. -Me grita Gotzon mientras apoya su mano en mi hombro como para retenerme. -Esperen un momento y después se van a su casa y no salgan de la cama hasta el lunes. Antes hay algo que quiero contarles.

-Te escuchamos. -Javier le responde entre risas y le da un largo trago a la fresca cerveza.

-Espera que llegue Aitor, no tardará. -Nos dice Gotzon. -Por favor esperen un poco, voy a atender a esos clientes.

Cuando se aleja para ir a una mesa próxima yo me coloco entre las piernas de mi novio para abrazarlo, entierro la cara en su cuello y aspiro su olor, ahora me huele a sexo y me pone aún más cachondo, rodo la lengua por su cuello haciendo que gima suavemente.

-No seas travieso. -Me detiene y me aparta un poco. -Acabo de follarte y debes sentir mi corrida en ti, cálmate.

-Eres tan sexy, hueles tan rico. -Vuelvo acercarme a su cuerpo y restriego mi cara por su pecho cubierto con la camisa y el abrigo. -Por cierto, ¿te has pensado lo de dejarme ser el de arriba?

-Lo estuve pensando, pero la verdad que no me atrae la idea. -Responde mientras detiene mis manos que juguetonas subían por sus piernas intentando llegar a su entrepierna. -¿Es tan importante para ti?

-Es algo que me atrae mucho, muchísimo. Pero si no puede ser, no puede ser. -Conseguí soltar una de las manos y la pongo sobre su entrepierna apretando un poco. -Deseo tenerla en mi boca, hasta que esté bien dura y después me la metas a lo bestia, haciendo que grite desenfrenado. ¿Me podrías follar? Por favor.

-Joder Gabriel, solo tienes que esperar unos minutos, ya entra Aitor. -Me da un cogotazo el enfadado Gotzon mientras mi novio me mira hambriento y siento su dureza en mi mano. -Juro que en menos de cinco minutos pueden ir a follar, par de salidos.


Estamos los cuatro sentados en una mesa, en verdad hoy nos pasamos por el bar porque ellos nos pidieron que fuéramos para contarnos algo, pero siendo viernes tras cinco días sin nada de sexo, lo único que deseamos es llegar a casa para descargar nuestras necesidades. Sin embargo aquí estamos con los dos chicos que nos miran divertidos.

-Gabriel deja de mirarnos irritado. Queremos deciros que en seis meses nos casaremos. -Aitor estrecha la mano de Gotzon y ambos nos muestran el anillo de compromiso. -Será una boda íntima, sin muchos invitados, pero por supuesto ustedes lo están.

-Anda, largaos a casa a follar ya. -Dice Gotzon mientras hace ver que va a levantarse.

-No, nos vamos. Tenemos que celebrarlo y ustedes contarnos quien lo pidió y demás cosas. -Les digo mientras agarro la muñeca de Gotzon para hacer que se siente.

En busca del placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora