Real Life X

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EPÍLOGO.

Luke

— ¡CORREOOOOOOOOOOOOOOO! — Grita Michael. Supongo que corriendo, porque su voz se ha ido metiendo rápidamente en mi oído desde el jardín hasta que ha entrado en casa.

— ¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! — Grita ahora Calum, subiéndose en el sofá con las manos en alto.

— ¡CABRÓN! — Esta vez me toca gritar a mi. — ¡ME HAS HECHO UNA FALTA! — Señalo la pantalla de la televisión, indignado. 

— Te jodes. — Sonríe. — Soy mejor que tú al FIFA y lo sabes. Supéralo.

— ¿¡Estábais jugando sin mi!? — Se mete en la conversación Michael, mostrando lo ofendido que está.

— ¿No lo estás viendo? — Le pregunto obvio. Perder nunca ha sido lo mío.

— Tranquilo, fiera. — Interrumpe Ashton. —Sólo es un juego. 

Le fulmino con la mirada. No pienso discutir sobre esto con él. Más que nada porque no le gusta el FIFA.

Todavía sigo sin entenderlo...y todavía sigo investigando qué clase de ser humano es.

— ¿Merendamos algo? — Pregunta. 

— Si lo preparas tú, me parece bien. — Contesto, ya caminando hasta la barra de la cocina.

— Pero...

— Por hablar.

Ashton rueda los ojos, soltando un bufido. Pero me hace caso, y viene hasta la cocina. Se acerca al armario de los vasos, saca cuatro y los deja en la mesa. Luego, va hasta la nevera y saca un cartón de color marrón oscuro. 

— Veamos que hay aquí. — Dice Calum con cara y voz de maniático, después de haber dejado la caja del correo encima de la mesa en la que estoy apoyado, asustándome.

Me levanto de la silla para ver mejor lo que hay dentro. Michael se acerca y entre él y Calum abren la pesada caja. Como siempre, son peluches con forma de algún animal que nos gusta, juguetes de broma, hasta una muñeca hinchable con un papel enganchado en ella, que pone "CALUM". Me río como un loco al verla. De verdad, nuestras fans nos sorprenden cada vez más. Siempre piensas "esto es lo máximo que podrían haber hecho", y diez minutos después, hacen algo que te deja más sorprendido. Y como siempre, debajo de todo ese montón de regalos están las cartas que nos escriben. Las cojo y empiezo a agruparlas en cuatro. Las de Ashton, Calum, Michael y mías. 

Mientras tomamos la merienda que ha preparado Ashton; churros con chocolate caliente, con la mano libre voy pasando las cartas para leer los nombres de las fans que están escritos en los sobres y para ver de dónde las mandan. UK, España, Italia, Mexico, USA, Chile, Suiza, Noruega, Japón...Incluso de Australia mismo. Voy pasando, hasta que veo uno que por "alguna razón" me deja parado. Clarity Wilshere. Sydney, Australia. Miro a los chicos, concentrados en sus móviles. Con la servilleta de Michael me limpio los dedos llenos de azúcar y abro la carta con cuidado. Dentro hay un papel doblado en tres, con muchas letras escritas, y una foto. La saco y me veo a mi, bastante feo, con el pelo pegado a la cara, una sonrisa incómoda, y con mi mano en su espalda. Ella sale dándome un beso en la mejilla, y puedo jurar como aún con los ojos cerrados, puedo sentir su emoción del momento. Tengo un vago recuerdo de aquel día, creo que fue la última vez que actuamos en la calle, pues íbamos a acompañar a One Direction en su gira mundial; el Take Me Home Tour.

Dejo a los chicos ahí sentados, todavía metidos en su pequeño mundo, y voy a mi habitación con el montón de cartas para ir leyéndolas. Me tiro a la cama cuando entro, saco el iPhone del bolsillo trasero del pantalón para no aplastarlo y todas las cartas, menos la de Clarity, las dejo en la mesita de noche.

Obsessive Luke Hemmings Disorder » lrhWhere stories live. Discover now