𝘤𝘶𝘢𝘳𝘵𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦;

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Se sentaron en una banca cerca del parque que daba vista a la escuela, no consiguieron nada, al parecer el chico misterioso no estudiaba ahí. Nadie lo reconocía, no era amigo de nadie ahí, ni los maestros parecían saber de él. 
――Quizá va a otra escuela cerca de aquí, hay otras 2.

――¿No es un poco obsesivo que lo esté persiguiendo de esta forma? ―― Hina jugaba con su servilleta algo triste. 
Con esto no quería decir que no quisiera encontrarlo, porque de verdad quería hacerlo, quería verlo, quería oírlo reír.――¿Cómo un chico puede ponerte así con solo compartir una noche con él? ¿Es eso normal?

――Esta mañana estabas emocionada por hacer está búsqueda, no te deprimas así. Él realmente te cautivo, vale la pena intentarlo.

――Sí, entonces, ¿Dos escuelas más? 

――¡Dos escuelas más!

Aunque fuesen de buen ánimo, los resultados eran los mismos. Llegaron a dudar si el chico era de Corea.
"¿Qué tal si solo estaba de visita?" Namjoon daba posibilidades y Hina no dejaba de culparse por ser tan despistada y no haber preguntado nada sobre él. 
Subieron al autobús para volver a casa, ya casi anochecía y estaban por rumbos que ninguno de los dos conocía bien. 
Viendo por la ventana del vehículo, Hina no dejo de observar a las personas que pasaban por ahí con esperanza de quizá verle.
Nam notó que su mejor amiga enserio quería encontrar a aquel muchacho, no comprendía bien qué clase de hechizo había usado ese tal Jimin, pero sin duda alguna, le dio el mejor momento que ella pudo compartir con alguien.
――¿Sabes que pienso? 

――¿Qué?

――Que yo creo que él también debe estar buscándote. 

――¿Tu crees?

――Sí, yo creo que pronto lo encontraremos.

Volvió a casa, dejando todas sus cosas en el piso y tirandose en la cama para abrazar la almohada.
Una persona ¿Puede quedarse así de grabada en la mente de alguien? ¿Por qué siento que de alguna manera lo había visto antes pero no puedo recordar donde? 

Olvidó cerrar la ventana esa noche, por eso mismo, al día siguiente su hogar estaba completamente frío. Enredada en sus cobijas se puso de pie para cerrarla y luego volver a acostarse. 
Su celular comenzó a vibrar y palpando todo el lugar hasta encontrarlo contestó.
――Hey, ¿Dijiste que se veía de nuestra edad verdad?

――¿Quién?

――El chico del bar... ¿Cuál era su nombre?

――¿Chico del bar?¿Su nombre? ――aclarando su vista y sentada en la cama, su mente parecía bloqueada. 

――¿Sigues ahí? ¿Te acuerdas de su nombre, verdad? 

――Yo...

Recordaba que conoció a alguien esa noche en el bar, más cuando quería volver a esa conversación, la voz que normalmente está en tu cabeza repitiendo las cosas o hablándote, se quedo en completo silencio.
Era como ver una película en mudo. 
No podía recordar anda de lo que hablaron.
Ni siquiera cuando le dijo su nombre.
――Creo que escribí su nombre en el dibujo, ¿Lo tienes cerca?
Nam no parecía ayudar, se puso de pie corriendo y vio el rostro de aquel chico y pequeños flashbacks comenzaron a aparecer, más claros que los que tuvo hace un rato.

――¡Jimin! Ese es su nombre.

――Sí. Puede que Jimin vaya a en alguna escuela en nuestro mismo grado.  Las que visitamos ayer eran de Secundaria, tal vez por eso no lo reconocieron.

――Ahora sé porque esos niños se veían muy jóvenes.

――Sí, ¿Te veo en el metro en 2 horas?¡Ya tengo las direcciones listas!

見たことない 𝕛𝕒𝕞𝕒𝕚𝕤 𝕧𝕦 ✡ jiminWhere stories live. Discover now