A continuación, se arrodilló delante de su hermosa pilla de ojos verdes y observó emocionada desde su aventajada posición las maravillas del cuerpo de su presa: sus sinuosas caderas, que pronto abarcaría entre sus manos para mostrarle el ritmo de su desenfrenada pasión; sus erguidos pechos, que, aun escondidos entre las restricciones de su disfraz, se notaban turgentes y deliciosos; su hermoso rostro que, con sus característicos rasgos, la hacía parecer una provocadora hada que solamente existía para cumplir cada uno de sus pecaminosos deseos... Unos hermosos ojos verdes que siempre que la miraban, la retaban a seguir jugando, y unos carnosos labios para los que definitivamente tenía muchas ideas lujuriosas. Labios que rompieron finalmente el silencio que se cernía desde hacía unos minutos sobre ellos.

-¿Qué se siente al saber que al fin una mujer ha conseguido ponerte de rodillas, Diablo? -comentó maliciosamente Lauren.

Camila se rió despreocupadamente y, sin apartar los ojos de ella, tiró con brusquedad de sus botas hacia arriba y la hizo caer de golpe sobre su trasero. El calzado, no obstante, salió con facilidad. Mientras Lauren descansaba sobre sus doloridas nalgas, Camila aprovechó el momento para tumbarla en el suelo y aprisionar su cuerpo bajo el suyo para que ella notara lo que suponía jugar con alguien tan peligroso.

Sin darle tiempo a responder ante su brusco comportamiento, Camila besó apasionadamente sus delicados labios, le hizo entreabrir la boca con deliciosos mordiscos de pasión, y, antes de que ella pudiera protestar por sus avances o darse cuenta de adónde la llevarían sus besos, introdujo su lujuriosa lengua buscando una respuesta que no se hizo esperar.

En un principio pareció dubitativa, como si nunca antes hubiera besado a una persona, pero eso no podía ser cierto si era la amante de Jessica. Después de unos segundos de espera, por fin Lauren comenzó a responder con la pasión que encerraba su ardoroso cuerpo. Su lengua buscó la de Camila con desesperación y la acarició como le había enseñado tan sólo segundos antes.

Cuando las manos de la joven aferraron con entusiasmo sus cabellos para acercarla más a su embriagado cuerpo, Camila supo que tendría que parar sus avances si no quería sucumbir a hacerle el amor a su tramposa en el frío suelo de su habitación.

Decidido a apartarse, aunque reacia a alejarse de su ardoroso cuerpo, desplegó un camino de lujuriosos besos a lo largo de su delicado cuello mientras susurraba su revancha a tan atrevida observación.

-Creo, querida, que tú y yo siempre estaremos al mismo nivel. Aunque puedo asegurarte que habrá momentos en los que desee con entusiasmo tenerte encima de mí.

Cuando las palabras de Camila fueron al fin comprendidas por su enturbiada conciencia, Lauren la apartó de sí furiosa, aunque no tanto con Camila como consigo misma por haber caído en las redes de tan terrible embaucadora.

Acto seguido, se apresuró a ponerse en pie y se alejó hacia un rincón de la estancia, desde donde miró al Diablo con el corazón desbocado mientras buscaba con desesperación una salida.

-Aún no estás desnuda -señaló sarcásticamente Camila-. ¿Significa que prefieres que sea yo la primera en desnudarme? En ese caso, no te preocupes, no soy tan vergonzosa como tú y no tengo reparo alguno en mostrarte mi cuerpo.

Tras esas palabras, Camila se despojó de sus ropas con gran celeridad, sin permitirle a la joven que su mente encontrara una salida a tan escandaloso trato.

Lauren pronto pudo observar, detenidamente y por primera vez en su vida, el maravilloso cuerpo desnudo de una persona, una mujer que, al contrario de los insulsos nobles, poseía un cuerpo fuerte y moldeado por el duro trabajo, con alguna que otra cicatriz en el pecho y en el costado, indudablemente procedente del filo de un cuchillo, que demostraban que su camino hacia el éxito no siempre había sido tan fácil como algunos creían.

Jugando con una tramposa #3 ♧Camren G!PWhere stories live. Discover now