Mi Chico Perfecto

Capítulo 8: "Pruebas para el equipo y la tormenta":

PoV Genesis:

Subo a mi habitación y me quedo haciendo la tarea. Mañana serían las pruebas para el equipo de fútbol.
Cuando Dina se quedó a dormir en mi casa el sábado, quedamos de acuerdo con ir juntas y con Jack. No estoy segura de si Dina le dará una oportunidad a Ryan.
Yo sólo no quiero que ella salga herida.

Cuando termino la tarea miro la hora, 8:00 p.m, moría de hambre. Guardo todas las cosas de la escuela y bajo a comer algo. No había nadie, ni Sam tampoco Alex. Decido tomar mi celular y llamar a Alex
—Hola Genu —  ¿cómo podía estar tan tranquilo? ¡Estaba solita!
— ¿Dónde están? — pregunto sin sonar desesperada
—Vamos en camino — responde y de fondo se podía escuchar el sonido del motor del auto. Corto la llamada y ahora más tranquila me siento en el sofá del recibidor a mirar un poco de televisión. No estoy segura de cuánto tiempo paso antes de quedar completamente dormida. Estaba tan cansada que no me di cuenta, y me dormí como un bebé en el sofá.

No escuché cuando llegaron pero cuando la cena estaba lista llegó mi madre y me despertó suavemente
—A comer hija — me levanto algo adormilada.
Después de cenar me levanto y me voy a la cama. Mañana serían un día algo agitado, tendría que presentar oralmente el trabajo junto con mis dos compañeros, serían las pruebas para el equipo estaba nerviosa por Dina y además vi por la televisión que mañana se suponía que llegaría una tormenta fuerte. Sólo espero que me de tiempo a estar segura bajo techo.

Al día siguiente, suena la alarma y de una hermosa manera la tomé y la tiré contra la pared
— ¡GENESIS THOMS, SI ROMPES OTRO DESPERTADOR, TE CASTIGO POR DOS MESES! — escucho a mi dulce madre decirme desde la cocina (Nótese el sarcasmo). Por alguna extraña razón hoy en particular no tenía ganas de ir al colegio, no era por el trabajo con Nathan, era algo más.

Miré por mi ventana y vi que el cielo estaba horrible y opté por algo abrigado.
Bajo a desayunar y mi madre querida estaba con una cara muy enojada
—Genesis no voy a comprarte otra alarma, si vas a romperla sólo porque no quieres ir al colegio — estaba de malas esta mañana
—Fue un accidente — respondo en voz baja pero ella me escuchó y me dedicó una tremenda mirada asesina.

Sam y Alex estaban enfermos, los dos habían comido Dios sabe qué y ahora estaban muy descompuestos
— ¿Sam y Alex siguen igual? — pregunto cambiando de tema, me colocó el desayuno enfrente y se sentó
—Si, siguen igual. Alex mejoró un poco anoche pero no sé —dejé el tema porque estaba algo tensa.

Cuando terminé de desayunar pasé a despedirme de mis hermanos.
Entro al cuarto y el único que estaba despierto era Sam
—Hola naranjita — me dice sonriendo levemente
—Hola feo ¿cómo te sientes? —
camino hacia él lentamente para no despertar a Alex
—No muy bien, no pude dormir casi nada. Alex mejoró un poco anoche y por eso durmió más que yo — no me gustaba verlos así se veían muy mal. Miro la hora y se estaba haciendo tarde para la escuela
— ¡Tengo que irme! — me despido de él y le di un beso en la frente a Alex
— ¡Nada de chicos! — me dice Sam antes de que saliera del cuarto. Me reí ante eso y salí corriendo.

Cuando salgo me coloqué los auriculares y comencé a caminar. Sentía unos pasos que me seguían, no miré porque no quería saber si mis sospechas eran verdaderas, o no.

Llegué a la escuela pero antes de entrar alguien me detiene
— ¡Hola hermosa! — claro tenía que ser Nathan. Rodé los ojos y seguí caminando pero se interpuso en mi camino, este chico sí que era insistente
— ¡HOLA HERMOSA! — insiste exagerando sus palabras
—Hola Nathan — le respondo sin muchas ganas, lo menos que necesitaba era tener que aguantarlo
— ¿Emocionada porque llegue la clase de Literatura? — dice con una sonrisa de lo más ensayada
—Aja — no era una respuesta pero era lo que estaba dispuesta a decir al respecto. No me emocionaba en lo más mínimo pero tenía que hacerlo, mi futuro en el año en esa materia dependía de ese trabajo.