Protegeme [Carl Grimes]

Capitulo 52: Depresión.

Narra Carl.

Luego de que Maya haya perdido a Lucy todo fue diferente, ya no me hablaba, solo me ignoraba, o lloraba.. es raro que me ignore, en fin, llegamos a la granja de Hershel, cuantos recuerdos de mamá, quedan alli como recuerdos, solo como recuerdos.

Porque ya no duele, Maya me hace fuerte.

Habíamos llegado y nos encontramos con gente allí, hablaron con papá y se nos unirían, nos recibieron con un almuerzo, Maya seguía sin hablarme.

Luego se fue con Hayley, supongo que ahora son amigas, pero no me ha dirigido la palabra.

Papá se reunió con William y los demás, todos hablaban.

Salí un momento y me recosté sobre el barandal de la escalerilla.

Estaba mirando a la nada, pensando en Maya.. tenia ganas de subir, abrazarla y nunca soltarla.

- Hola.. -una voz femenina, observé y era aquella chica, era rubia de ojos verdosos.

- Hola.. -mascullo con timidez.

- Soy Luisa, Luisa Lloyd -suelta estrechando su mano.

- Carl Grimes.. -solté y respondí a su saludo.

- Y.. ¿de dónde vienen? -soltó.

- Georgia -suelto.

- Oh, un poco lejos.. - soltó apenada. - ¿Esta granja les pertenecía?, puees yo era de Boston, muy lejos. Y encontramos este lugar, despejamos de los podridos y aquí estamos - soltó encogiéndose de hombros.

- ¿Podridos? - mascullo y río un poco.

- Así los llamamos, o mordedores, o pútridos, o idiotas, o.. -le interrumpí.

- Suficiente - reí. - ¿No se les ocurrió algo más interesante? como.. ¿caminantes? -dije riendo.

Ella me miro patéticamente y ambos comenzamos a reír.

La puerta chilló y miré.

Maya me miró con decepción, y giró rapidamente y se alejó.

Se a que se debe, corrí detrás de ella gritando su nombre pero aún así no dio importancia, entró a una habitación y cerró la puerta.

- ¿Qué rayos te sucede Carl? -exclama Michonne enojada.

- ¿Qué hice? -suelto patéticamente.

- Pasó un mal momento, y tu te pones a charlar con esa niña y no le das importancia. Grimes te comportas como un mujeriego, que rayos te sucede.. - suelta enojada y se retira.

Las palabras de Michonne me hicieron llamarme idiota, me recoste sobre la puerta de la habitación mientras suspiraba con frustración. Idiota, imbécil.