Luego de aquellas disculpas, el chico se recostó a su lado temerosamente. Seguramente creía que lo regañaría pero no, simplemente hizo que se apoyara en su pecho mientras acariciaba su cabellera. Por la inercia comenzó a ronronear mientras sus manos masajeaban las mantas que los cubrían.
El peliazul por más asco que le diera tener un ave muerta en la habitación, la había aceptado porque leyó que si las rechazabas ellos podrían molestarse y huir. Por lo que dejó el ave sobre una hoja de papel a un costado de su mesa de noche, para así poder ir a enterrarla por la mañana sin que el felino se percatara.
Cuando despertó el felino no estaba a su lado, se extrañó mucho también porque el ave no estaba. Seguramente se lo había comido o algo. Se vistió tranquilamente y salió de la habitación, el felino estaba en su árbol mirando un ave. Se quedó observando un momento la escena hasta que saltó del árbol derribando al ave, unas sacudidas y entró por la ventana.
Se ocultó tras la puerta para observar lo que hacía. De su forma felina se transformó a humano, no traía nada puesto por lo que tomó la ropa que estaba en el sofá y se vistió con dificultad, demasiado adorable para cualquier vista.
Miau
Maulló, tomó al ave y caminó hasta la cocina. Dio un salto al ver al peliazul. Dejó en ave sobre la mesa cerca de éste.
"¿Otra ave?¿para mí?" asintió "¿Qué pasó con la otra?"
"C-co... Mer" pronunció y Jaemin se acercó rápido a mirarlo
"Repite"
"C-cor... Merr" repitió con dificultad
"Sabes hablar, necesito que digas más. Vamos usneun habla, dime palabras que sepas"
"Agua" era una palabra fácil que se asimilaba a Miau
"Eso, repite todo lo que escuches ¿bueno?" asintió moviendo sus orejas, acercó más al ave
"Coumerr"El rostro de Jaemin se puso aún más pálido de lo que ya era. Él no iba a comer un ave, menos una que lo despertaba cada día. Pero era un regalo y el chico se había molestado en traer.
"Quizás después" el felino negó "¿Por qué no?"
- Mala
"¿Mala?" lo miró confundido, éste asintió "Se pone mala... La carne ¿eso?" asintió
"Botar"
"O sea que botaste la otra porque estaba mala"
"Shi"
Shi, esa palabra sonó demasiado adorable de la boca del híbrido que movía su cola de un lado a otro insistiendo para que comiera el ave. Sabía solamente palabras cortas y fáciles se pronunciar, quizás debería empezar con poco para adaptarlo.
"Es que... No tengo hambre ahora" hizo una mueca "Pero lo acepto con gusto" sonrió poco convencido
"Oulla" señaló la cocina
"¿Quieres que la cocine?" asintió "¿Quieres comer otra cosa? Tostadas, té, jugo, galletas, pan blanco"
"Pam" moriría a causa de su pronunciación, demasiado adorable
"Cuando me llames o necesites algo dime Jaemin"
"Sheimm" pronunció "shaimi" negó
"JAE MIN" "Shamim" negó nuevamente
"Dime min, es más simple"
"Mii... mim"
"Suena... Bien" sonrió por su nuevo apodo
"Pam" repitió
"Ah sí, disculpa"
Había olvidado que el felino tenía hambre. Buscó la bolsa de pan y dejó unos cuantos en un plato para entregárselos. Pero antes lo llevó a lavarse las manos, aún tenía sangre del ave.
Se sentó en un mueble a comer el pan de forma lenta mientras movía su cola de un lado a otro.
Jaemin ya no vio al ave, suspiró satisfecho. Seguramente el felino se había deshecho de ella por el tiempo transcurrido. Había leído que los gatos comían sólo carne fresca.
Iba al menos 2 horas tarde a su trabajo, pero la pequeña conversación con su híbrido lo valían completamente.
"Nos vemos luego usneun"
"Adiosh" quería correr a abrazarlo, pero simplemente sonrió. El felino continuó comiendo
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Terminando de comer sus panes dejó el plato en otra mesa, se metió a la cocina a husmear. Revisó los muebles, y el ave que había metido antes al refrigerador. Corrió por la casa jugando con las sombras que los arboles, las aves que volaban por fuera eran un buen espectáculo. Jugó por horas hasta que ya todo era oscuro, le temía a la oscuridad por lo que se ocultó bajo un mueble de la cocina.
"Mim..." habló bajo "mim limdo"
Se acurrucó y su estómago rugió por lo que se asustó saliendo del mueble rápidamente, estaba asustado y su amo no volvía. Abrió nuevamente el refrigerador tomó una caja que olía bien, metió su nariz oliendo a más profundidad.
El auto desde afuera se escuchó, pero tenía hambre por lo que comenzó a morder el cartón, cuando la puerta se abrió el cartón también lo hizo. Quedó empapado con el líquido que tanto quería para beber.
"Usneun mira cómo estás" el peliazul dejó su maletín y su traje sobre el sillón
"Mim... Coumer" hizo un puchero y lamió sus manos que tenían el líquido
"¿Tienes hambre?" asintió "Estás empapado en leche, vamos a bañarte"
"Agua" asintió
Tomó al chico que seguía con la caja en sus manos y lo adentró al baño. Le quitó la camiseta y dio el agua antes de hacer que se metiera. Llenó la bañera y terminó de quitarle la ropa.
"Toca ¿está bien para ti?" tocó el agua y asintió
Entró con la señal del peliazul, se quedó quieto en el agua, abrazó sus piernas con vergüenza, ocultaba su rostro, estaba seguro mientras que con una de sus manos tocara el brazo del mayor.
"Deja que te limpie" tomó una esponja y la pasó sobre el chico que comenzó a ronronear casi instantáneamente "No me tengas vergüenza ¿está bien? No te haré nada malo"
"Mim... Lechi suelo"
"¿Leche?" asintió "No te preocupes, hay otra. Calentaré para que bebas antes de dormir"
"Glashas"
Terminó de bañar al pequeño que tenía incrustados sus dedos en su brazo. Le ayudó a secarse y a vestirse, sirvió leche tibia para el felino que rápidamente bebió. Había aprendido a no usar la lengua en esos casos, tomaba como una persona normal.
El peliazul se quedó mirándolo desde el sofá mientras poco a poco iba cerrando los ojos, había trabajado más horas a causa de haber llegado tarde. El felino al verlo secó su boca y caminó hasta el peliazul que estaba completamente dormido. Relamió sus labios quitando los restos de leche y se recostó en sus piernas, tenía frío y el mayor era el único que se lo quitaba.
