Vampiro. [CON TREMENDO HIATUS]

Capitulo 9: Razvan.

Capitulo 9: Razvan.

-Ayer fui a ver a Mery al hospital. – Dijo rápidamente Razvan, sin pausas y bastante directo. Angelina lo observo algo desconcertada. El silencio invadía la habitación y se tornaba incomodo. Hasta que Megan rompió el hielo.

-¡Ya era hora idiota! – Ahora Razvan miraba confuso a Megan. -¿Cómo estuviste? –

-E-eh… ¿Qué? … ¿No te molesta que me haya metido con tu amiga? –

-No. – Suspira. – Te conozco bien, ya me lo imaginaba. – Dice dándole un puñetazo amistoso en el hombro. –Aunque… - Su mirada empieza a tonarse espeluznante. -¿No la besaste? – Razvan se sonroja levemente. - ¿O no? – Este niega con la cabeza. -¿Tampoco la violaste? – Sigue sonrojándose mientras niega nuevamente con la cabeza. Aparece una sonrisa en su rostro. -¡Bien! – Ríe.

<< Bipolar… >> Pensó Razvan algo estremecido. Luego solo suspira, tranquilizándose. –Bien… ¿Para qué “preguntas” vinieron? –

-Bien… Angelina. Pregúntale. – Angelina solo lo observa seria.

-Razvan…  ¿Alguna vez en el pasado fuiste un humano? – Este abrió sus ojos de par en par. Sus ojos estaban sin brillos y fijos, sin ni siquiera pestañear. Pasa varios minutos sin responder. - ¿Razvan? –

-N-no… - Dice algo neutral, con la mirada fija al suelo.

-¿No qué? – Pregunta Angelina.

-No… Recuerdo. No recuerdo nada de hace mil años atrás.- Pestañea un poco, sus ojos retornaban el brillo, la mira fijo. –Perdón… -

-No hay nada por que disculparse Razvan. – Sonríe. A veces Angelina era algo comprensiva. –Solo… si llegas a tener otra transformación o comportamiento extraño, dínoslo, ¿Si? – Razvan asiente. Angelina comienza a darse la vuelta junto con Megan, a punto de tomar el pomo de la puerta el vampiro las detiene, tomándolas de sus hombros.

-Hoy… Me paso algo raro. - Suspira. – Debe ser por que en estos días no… No he comido nada. Mis victimas se han ido por la borda, me duele la cabeza. Pero hoy… Sentí un calor. Y… -  Su vista comienza a nublarse poco a poco, se sentía aturdido y perdía el conocimiento, su frente le ardía sin poder más, se entrego y empezó a cerrar los ojos.

“¡Razvan!, ¡Oye, idiota, despierta!” Fue lo último que escucho. Luego de un fuerte golpe contra el suelo.

Mi habitación empieza a tener un ambiente oscuro y frío, silencio total, lo único que se escuchan son sollozos ahogados por una grotesca tos y pasos de unas botas, yo solo miraba como mi padre se iba y mi madre lloraba, suplicándole, que piense en mi, en nuestro hogar, este solo le respondía que podía quedarse con la mansión y su dinero, el ya conseguiría más, el apellido Moldoveanu era muy rico en esa época.

Yo solo miraba por el cerrojo de la puerta, neutral, mi padre nunca me importo tanto, siempre me maltrataba, la única que me trataba con amor era mi madre, más desde el momento que me encontró cerca de esa laguna.

…

Era un atardecer cálido, el cielo era naranja, amarillo, violeta y rosa. Yo simplemente sé que cuando abrí mis ojos me encontraba al lado de una larga y profunda laguna, con un traje blanco y limpio, con bordes en dorado y mi cabello negro hasta los hombros. Intente pararme, solo para caerme nuevamente en el suelo. Tenía un gran dolor en mi espalda, como si me hubiera arrebatado algo. No se qué, sigo sin saberlo.

Pasaron horas y horas, yo seguía sentado al lado de la laguna, mirándola fijamente, el viento soplaba en mi rostro, estaba anocheciendo y no sabía donde estaba, solo sabía que mi nombre era Razvan. Me la pase solo toda la noche, sin pegar un ojo, no podía, ni tampoco deseaba hacerlo. Al día siguiente, decidí intentar poder levantarme. Esta vez pude, pero en el difícil transcurso de caminar, me tope con alguien y caí ya por segunda vez. Alzo la mirada y observo una joven mujer. Sus cabellos eran rizados y rubios, ojos celestes como el cielo, algo esbelta y llevaba una camisa blanca con un corsé marrón, una pollera color bordo, tenia un anillo de oro en su dedo anular izquierdo, pero estaba tan nuevo y pulido que se notaba también por su sonrisa que estaba casada hace unos días.