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osamu por fin había conseguido independizarse y tener su propio apartamento. quizás lo ansiaba para sentirse mayor, o quizás solo eran sus ganas de soportar durante menos tiempo a su extrovertido hermano gemelo. ah, pero no lo malinterpreten, adoraba a atsumu con todo su corazón, estaba seguro que le daría cualquiera de sus órganos sin anestesia si fuera necesario; pero eso no quitaba que fueran polos opuestos. atsumu, extrovertido, ruidoso y deportista. osamu... bueno, él prefería quedarse en casa cocinando algo delicioso y acompañarlo con una película. había hecho volleyball con su hermano y fue divertido, pero al terminar la secundaria se dió cuenta que no era su verdadera pasión, muy al pesar de atsumu.

trabajar en una cafetería no estaba tan mal, quería pensar que quizás le serviría de práctica para cuando pudiese tener su tan soñada tienda de onigiris. además, era bastante bueno para poder pagar la renta de su pequeño apartamento y darse algún que otro capricho de vez en cuando. realmente le gustaba, su jefe no le hacía caras largas y tenía buenos compañeros de trabajo, pero en esta época del año desearía no estar allí. ¿por qué la gente se desesperaba por comprar un café, igual que al de cualquier otro día, sólo por el vaso descartable decorado con arbolitos de navidad? no lo entendía. así que sí, el mes de diciembre iba a ser el más largo de todos, sumado a lo difícil que se volvía abandonar la cama por las mañanas teniendo en cuenta los pocos grados que hacían y la cantidad de nieve que se acumulaba en el exterior.

pensaba en eso mientras atendía a dichos clientes, todos pidiendo sus cafés especialmente en esos llamativos vasos, hasta que lo vio entrar. un chico que se notaba apenas unos centímetros más alto que él, de hermosos ojos verdes que apenas se podían notar gracias a la enorme bufanda que ocupaba mitad de su rostro. quisiera haberle hablado, de verdad que sí, pero ese día la suerte no estaba de su lado y le tocó atenderlo a uno de sus compañeros y no a él. y, a pesar de haberse sentido un poco desanimado durante el resto de la jornada por esto, logró terminarla con éxito.

sorpresivamente no todo fue malo ese día y lo dejaron retirarse un poco más temprano de lo usual de la cafetería, así que pensó que quizás estaría bien aprovechar el tiempo para mirar regalos de navidad para su familia y no dejarlo todo para último momento (ya le había ocurrido antes y no es algo que recomendara). cogiendo su abrigo y celular salió de la cafetería, no sin antes despedirse de sus compañeros, y después de caminar unas cuántas cuadras de adentró en una tienda de regalos decorada de forma muy bonita. y, sin esperarlo, volvió a verlo. el chico de la cafetería estaba allí, aparentemente decidiendo que árbol se llevaría a su casa esa tarde.

¿estaba alucinando o realmente tenía tanta suerte? como sea, pensó mientras caminaba en su dirección.

"si fuera tú, escogería el blanco"

el bonito chico lo miró.

"el chico de la cafetería"

¿lo había dicho en voz alta?

"oh, me viste"

se sonrojó.

"no te preocupes, yo también te vi" agregó el peligris. "soy osamu, miya osamu"

"suna rintarou"

"y dime, suna... ¿ya has decidido qué estrella le pondrás en la punta? porque sino, podría ayudarte con eso mañana, o cualquier día que tú puedas"

"¿ese es tu intento para invitarme a salir?"

"no si crees que es idiota, pero si piensas decir que sí entonces definitivamente lo es"

suna rió.

"sí, me gustaría que me ayudaras a escogerla mañana"

quizás diciembre no sea tan malo, pensó osamu. luego debería de explicarle que tiene un fastidioso hermano gemelo que viene en el pack de aceptar salir con él, pero sería una historia para otro día.

alguien más enojado porque no hay tantas historias sunaosa? >:( espero que les guste este primer drabbles, no se olviden de dejar un comentario y mostrar su apoyo si así fue <3. también pueden sugerirme ideas para los próximos drabbles, los leo!

drabbles osasuna/sunaosa (especial navidad) ☃️Where stories live. Discover now