🌑 Uno 🌑

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- Doctor Western, está usted diciendo que su hija tiene conocimiento de éste plan secreto!! - gritó mi jefe.

- Afirmativo, pero le aseguro que ella no dirá nada a nadie señor - dije.

- Usted tiene una maldita idea de lo que a hecho! Reveló datos confidenciales a su hija.

- Señor, ya le digo que ella no dirá nada de esto que pueda llegar a manos enemigas. Se lo aseguro - dije.

- Debido a su indiscreción, su hija será quien reciba toda la experimentación - dijo serio - sólo así, no tendré que matarlo a usted y a su hija.

Mientras iba caminando a casa, mi cabeza daba miles de vueltas lo que me dijo mi jefe. Ella es mi hija, pero por una parte debo acatar órdenes; esto va a contribuir a la victoria de la guerra con el enemigo. No sonaba tan mal la idea, y sería yo él héroe que salve al mundo por este gran experimento humano.

[...]

Hoy le voy a decir a mi padre que fui seleccionada para ir de intercambio a Chile, estaba muy emocionada pero a la vez nerviosa. Apenas llegó, me armé de valor y se lo dije.

- Olvídate de eso, dejarás de estudiar por ahora porque mañana te llevaré al laboratorio donde yo trabajo y no saldrás de ahí durante un tiempo - dijo serio.

- Pero por qué, qué cosa vas a hacer conmigo y por qué a mi? - pregunté confundida.

- Sólo puedo decirte que será algo que nos ayudará a ganar la guerra y ahora ve a dormir porque mañana nos vamos - dijo.

- Cómo diablos puedes decirme que lo haga, eso significa abandonar mis sueños, metas y amigos por un tonto capricho de victoria. TE ODIO, YA NO ERES MI PADRE!!

Fui corriendo a mi habitación; me encerré, lloré y lloré. No podía creer que mi padre fuera capaz de hacerme esto, ahora entendí por qué tapó todas las ventanas, cambió las cerraduras con el propósito de que yo no llegara a escapar. Me acosté en mi cama y seguí llorando porque hoy se acabó mi vida como una chica universitaria con amigas. A la mañana siguiente, mi padre me llevó a la fuerza a ese maldito laboratorio; intenté escapar pero me pinchó con una aguja y me quedé dormida.

Cuando desperté estaba dentro de un cuarto, con una bata de hospital puesta. A mi lado había una mesa con jeringas y medicamentos.

Enseguida entró un enfermero, yo estaba atada a la camilla con unas cuerdas que lastimaban mis manos. Mi padre estaba del otro lado del vidrio del cuarto viendo cómo inyectaban en mi una serie de aguas con un líquido amarillo, rojo y transparente al mismo tiempo; yo sólo gritaba de dolor porque las agujas eran muy delgadas y largas.

Área 51: Experimento AbigailWhere stories live. Discover now