-- Aylim. Te has llevado, el contrato de asociación? -- preguntó Embre.
-- No.
-- Dime, la verdad. Te has llevado, el contrato de asociación que me trajiste?
-- Te estoy diciendo, la verdad. Tengo una copia, pero la original, se quedó, en tú mesa.
-- Entonces, quien se lo ha llevado? Quién?
-- Embre. Yo no tengo, ni idea. Quieres calmarte, un poco? Quieres venir, aquí?
-- Estás segura, de que no te lo llevaste? Me amezaste, con hacerlo, eh...? Todo esto, es por tú culpa. Necesito, hacerlo.
-- Embre, ven aquí, por favor. Estoy segura, de que encontraremos, una solución. De acuerdo?
-- Mm.-- dijo con coraje.

-- Vaya. Así que Aylim, y Embre, son socios-- dijo Osman, al ver el contrato.
-- Bueno, bueno, bueno-- dijo Ayham.
-- Qué, fuerte.
-- Chica. Esto es, realmente intrigante. No crees? Qué tejemanejes, se traen ésos dos, entre manos?
-- Me engañó, diciéndome, que Can, quería arruinar la compañía-- dijo ella.-- Quería asociarse, con Aylim, y hundir a su propio hermano, robandole todos los clientes, de la agencia.
-- Una cosa. Can sabe algo, de todo esto? -- preguntó Osman.
--No. Pero, lo sabrá. Y muy pronto.
-- Cómo? -- preguntó Ayham.
-- Yo se lo, diré.
-- Me has dicho, que ni siquiera, quiere mirarte. Cómo vas a hacer, para contárselo?
-- Tiene que saberlo. No permitiré, que Embre le haga daño, nunca más. Está compinchado, con Aylim. Quiere arruinar la vida, de su propio hermano. Puede que no quiera leer mí carta. Pero me asegurare, de que tiene derecho...de conocer, la verdad.
-- Nos dijiste, que quería mucho a su hermano. Qué pasará, cuando se entere? A lo mejor, te perdona. Tú no sabías, todo esto. Embre, te utilizó.
-- El nunca, me perdonará. Me ha echado, de su vida, sin dudarlo un solo segundo. Piensa si se descubre que les robé a Embre, para que nadie, las viera? Qué hará, si se entera,que por eso le quitaron la licencia de fotógrafo? Si supieras, lo enfadado que está me entenderias. No quiero conseguir, que me perdone. Solo que no le hagas más daño. -- dijo ella.
-- Aauuff.-- se quejó Musafer, tocándose la cara -- Sanem, querida. Hablando de perdón, deberíamos decirle la verdad, a Musa. El pobre hombre, lo está pasando mal. Cree que va a ir, a la cárcel.
-- Aauuff, 40 años. Qué horror. Es difícil, incluso explicarlo con palabras. 40, años, sin salir de allí. Un hombre, metido en la cárcel, se olvida hasta de su nombre. Más vale que todos os olvidéis de mí, y qué no vengáis a verme-- dijo Musafer.
-- Vamos ha esperar, unos días más. Tiene que aprender, la lección. No crees?-- dijo ella.
-- Guarda bien, esos documentos. Archivalos, para que no se pierdan-- dijo Osman.
-- Hasta ahora.

-- Sí, Sanem-- respondió Embre, al teléfono.
-- Si quiere el contrato de asociación, lo tengo yo.
-- Dónde estás, ahora mismo?
-- No quiero escuchar nada, de sus mentiras. Lo sé todo, de lo que le iba a hacer, al señor Can-- dijo ella.
-- Sanem, escuchame. Son las 3. Le doy 3 horas, hasta las 9 de la noche. Aprovecha, para contarle, toda la verdad.
-- Me estás, amenazando? Sanem, me estás amenazando?
-- Piense, lo que quiera. Yo ya no tengo nada que perder. Esta noche, se sabrá la verdad. Si quiere, hacer las paces, con su hermano, cuentale, la verdad. Tiene, una oportunidad.
-- Sanem,escucha un momento....
"El número al que llama, está ocupado-- se escuchó, en el teléfono.
-- Maldición-- dijo Embre, soltando el teléfono. -- Qué pasa, Aylim?
-- Embre, donde estás? Siempre que pasa algo. Si no vas ha venir, lo haré por mí cuenta. Tenemos que averiguar, quien se llevó los documentos.
-- Sanem, le los ha llevado.
-- Que??
-- Me ha amenazado, con contárselo todo a mí hermano. Ha dicho, que tengo hasta las 9, o sino, se lo dirá ella.
-- No me digas. No se lo permitiremos. Si Can, se entera, será un desastre.
-- Será, mí fin. Lo entiendes, bien? Aylim, porqué trajiste, los documentos, a la oficina?
-- No debiste dejarlo, encima de la mesa. Da igual. No podemos echarnos la culpa. Ven aquí, y encontraremos la forma, de solucionar, éste asunto. La encontraremos. No te preocupes.
-- De acuerdo, bien. Ya voy.
-- Date prisa.

-- Qué día tan bonito, verdad? -- preguntó Mezquive, al ver que las dos estában con los móviles-- mis hijas, están conmigo. Y puedo charlar, con ellas. Echaré de menos, los tiempos en que hablábamos, tranquilamente.-- Verdad, Sanem?
-- Mm.
-- Qué tal está, el trabajo? Bien?
-- Mm.
-- Oye. Lo que hizo Musafer, no tiene lógica. Dice que...se había olvidado, de ti. Hasta qué claro, que sigue igual. Espero que no te haya metido, en ningún problema. Esta vez, ha aprendido, la lección. Le dijiste, que lo iban ha meter en la cárcel, y el pobre, está asustado. Aunque no me sorprende, que actúe como un loco. Su madre, está igual. Pobre muchacho-- Oye Leyla. No pareces, muy conversadora. Por lo visto, no echas de menos, hablar con tú madre. Está quedando, claro.
-- Sí, mamá. Lo que tú, digas.
-- Leyla. La próxima vez que te prepare el te, le echaré, veneno y pimienta. Crees, que te gustará?
-- Seguro, que está bueno.
-- Quieres escucharme, Leyla? Ooohh. Dejad ya, ésos teléfonos. Ésos chismes, os van ha freír, el cerebro. Ya no hablamos, nunca. Si siquiera, me escuchais. Pero qué, es esto? Se acabó. Vamos a hablar.
-- Mamá, es que llegamos a casa, muy cansadas por el trabajo. Y el teléfono, nos ayuda ha desconectar.
-- Leyla, tiene razón. Pero voy a ir, al paseo marítimo, para desconectar de verdad.
-- Me alegra mucho, de haber hablado contigo, antes de desconectar. Pero antes, dime una cosa. No estarás pensando en otras cosas, que te tiene la cabeza distraída, verdad?
-- No...sólo el trabajo, y un...malentendido. Eso es todo, mamá.
-- Me alegro hija. Me alegra que no tengamos más problemas en esta casa, hija-- Ven, aquí. Ven-- le dijo, a Leyla.
-- Dime, mamá.
-- Menahad, me ha contado, lo del secuestro. Pero no, ha entrado en detalles. Cuéntame. Qué, sabes?
-- Aayy, mamá.
-- Uuuhhh?
-- Está bien. Te lo contaré. Musafer se encontró con el coche de Fabryk, con chófer sentado y qué estaba dormido.
-- Síiii?
-- Y resulta, que luego...

 Soñando Contigo Where stories live. Discover now