3a Parte

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El señor Abdula, muere en el momento en que Musafer le explicaba lo del señor Fabryk, y su chofer y en ese momento, llegan Aysum, y Mezquive, ha poner una queja sobre el incidente de las plantas. Ese día, en memoria del difunto señor Abdula, Mezquive, hace unos pasteles, pero lo que no esperaban, era que el chacal, asociada con Aysum, habían un puesto de lo mismo. Mezquive, la mira de reojo y con asco. Y en este momento, Leyla y Embre, se reúnen en el restaurante.

-- Hola Leyla.
-- Hola, señor Embre.
-- Has conseguido escapar, de la agencia.
-- Sí. Eso ahora mismo, es un auténtico caos. Seguro que nadie, nota mí ausencia.
-- Mm. Si yo estuviera allí, lo notaría.
-- Lo sé. No hubiera salido, si usted estuviera allí.
-- Ajá. Eso es verdad, Jajajaja.
-- La verdad es que, estoy muy preocupada por usted. Volverá ha trabajar, en la agencia?
-- No te preocupes. Claro, que volveré. Todo volverá, a ser como antes.
-- Me alegra muchísimo, oír eso. Me alegra, mucho.
-- Sí. Eres...una persona...amable, y de buen corazón. Trabajamos muchísimo, durante años y no había notado que siempre había siempre confiado en ti
-- Gracias, señor Embre.
-- Y lo que hiciste, ayer por mí...nunca, lo olvidaré. Gracias a ti, tengo una oportunidad, de volver a la empresa.
-- Mm.
-- Es mejor que tú no tengas, ésos documentos. Es arriesgado.
-- Ah...no tengo ésos documentos, conmigo. Ah...pero se los puedo entregar, mañana.
-- Sí. De acuerdo. Ha pasado el día paseando, sin saber qué hacer. Mientras caminaba, te he comprado, un regalo.
-- Ah...muchas gracias. No tenía, que haberse molestado.
-- Venga, abrelo!! A ver si te gusta?
-- Claro. Lo abro, ahora mismo. Es un detalle, precioso. Oh!! Esta es una marca, muy cara -- dijo al abrir, el regalo.-- muchas gracias. Le estoy, muy agradecida.
-- Pontelo, si quieres.
-- Claro. Me encantaría ver, como me queda. No me verá, pero dígame, cómo me queda?
-- Pontelo un poco más, a la izquierda.
-- Sacate, el pelo.
-- Me queda, bien?
-- Sí. Muy bien.
-- Quiero ver, cómo me queda. Voy ha mirarme, en el teléfono.
-- Qué quieres, comer?
-- No lo sé.
-- Una ensalada, con chia. Hum?
-- Muy bien.
-- De acuerdo-- Cuando pueda. Dos ensaladas, con chia.-- pidió.
-- En seguida.
-- Es precioso-- dijo Leyla, al verselo puesto.

Igrid, no pares de hacer dulces. Qué todo el mundo, pueda probarlos-- dijo Aysum.
-- Quiero comprar algo, en tú tienda.
-- A sí. Se me había olvidado. Venga. Vamos a ver, en qué puedo ayudarle?

-- Has visto, eso? -- preguntó Menahad-- quiere convertirse, en la próxima presidenta de la comunidad de vecinos. Luego querrá presentarse, a las elecciones, federales. Y luego, no sé qué.
-- Es una mente, retorcida. Siempre, tramando. Siempre, tramando algo.
-- Sí, sí. Es verdad.
-- Ajá, aja.-- carraspeo, Musafer-- pero también, nuestra vecina, de toda la vida.
-- Pero es, nuestra vecina, de toda la vida. En realidad, me cae bien-- dijo Mezquive, de mala gana.
-- Es dueña, de,la mitad del barrio. Y ahora quiere, la otra mitad. Aysum, es muy avariciosa-- dijo Menahad.
-- Es verdad.
-- Pero, que está diciendo? -- preguntó Musafer.
-- Musafer, no lo decía, por ti.
-- Lo entiendo, pero es mí madre. Intentad hablar, con más respeto.
-- Jaja.-- se rió, un joven.
-- De qué te ríes, tú? -- preguntó Musafer, dándole un cogotazo-- no deberías, estar en clases? Y qué haces, aquí?
-- Soy estudiante. He venido, por la comida gratis.
-- Qué hay, de las clases, de matemáticas, eh? Qué pasa, con la geografía?

-- Es una mujer, insaciable.
-- Quién fue ha quejarse, con el señor Abdula, para que quitaran las flores del barrio? -- preguntó Mezquive, a los vecinos.
-- Fue, ella-- contestaron todo, al unísono.
-- Lo veis?
-- Sí. Tiene razón. Ahí, se pasó-- dijo Menahad-- me duele la espalda, de cargar la basura tres veces al día.
-- Antes poníamos, comida y agua, para los perros callejeros. Porque era nuestra responsabilidad, como humanos. Los animales, también tiene derecho a vivir. Y qué pasó, entonces?
-- Fue ella.
-- Sí, tiene razón. Sé empeñó, en eso-- dijo Musafer.
-- Antes poníamos dos sillas en los portales, para charlar al aire. Quién, lo prohibió porque decía, que hacíamos mucho ruido?
-- Fue ella.
-- Otra vez. -- dijo Mezquive.
-- Con eso, sí que se pasó-- dijo Menahad.
-- Amigos, una cosa más. Se acabaron, ésas...ésas rarezas, en el barrio.
-- Claro que sí.
-- Bravo, bravo, Mezquive. Bravo.
-- Mis queridos amigos, yo sugiero, que mí amiga Mezquive, sea la nueva presidenta. Ya tiene mí voto, asegurado-- dijo Menahad.
-- Yo voy a hacer, lo mismo-- dijo Musafer-- también, voy a votar por ti. Como futura suegra mía, ya es como mí segunda madre. Sultana Mezquive, eres la mejor.
-- Presidenta, Mezquive. Presidenta, Mezquive. -- decían todos.

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