One Shots Y Adaptaciones Angestin

Tree of Heaven

Esa noche Agustín entro a la casa a la fuerza, le pegamos tanto a la ventana de mi prima que la hicimos despertar y no tuvo otra que abrirnos la puerta, fue divertido.

A la mañana siguiente debía hacer la limpieza de todas la habitaciones como me ordeno mi tía,ya estaba cansada pero no me quedaba mucho para limpiar.

Recogí la ropa de el cuarto de mi tía y me dispuse a salir para lavarla,pero alguien se me puso en el camino, levante mi vista y estaba Agustín, ya no me miraba de una manera fría esta vez sonreía.

-Agustín-le dije-Déjame pasar, debo llevar esto a lavar afuera-el pareció no escucharme, agarro el canasto con ropa que llevaba yo en las manos y lo comenzó a llevar hacia afuera-No hagas eso, mi tía dijo que yo lo hiciera-me ignoro otra vez.

Cuando llegamos afuera el dejo la ropa en la orilla de la piscina,el agua de ella estaba con una temperatura normal ya que era una piscina de las Aguas termales, comenzó a sacar la ropa para lavarla

-¡No hagas eso! ahí no se lava la ropa, gracias por ayudarme pero ahora déjame a mi-dije, el solo me ignoro y comenzó a mojar la ropa en la piscina mientras agarraba el jabón para lavar las prendas, mordí mi labio, seguro que luego me retarían a mi por esto.

-Agus, no lo hagas-me acerque a el intentando sacar la ropa del agua , me incline a la orilla pero sentí una mano en mi espalda que me impulso hacia adelante, todo mi cuerpo perdió el equilibrio y caí al agua-No es gracioso-dije limpiando el agua de mi cara con mis manos-Ayúdame-le extendí mi mano para que me saque, y el me extendió la suya pero en ese momento lo tire hacia mi haciendo que el también caiga al agua- Te engañe - reí - Ahora veras- comencé a echarle agua, y en unos segundos se inicio una guerra incontrolable de agua entre nosotros dos, en ese momento me había olvidado de mis deberes solo pensaba en divertirme con Agustín

-¡¿Que creen que están haciendo?!-dijo la voz de mi prima acercándose a nosotros, yo  me asuste, sin duda me retarían, Agustín tomo un poco de agua con sus manos y se la lanzo a mi prima quien quedo sorprendida y enojada con eso-¿Que haces?-le grito, pero Agustín volvió a tomar agua con sus manos y se la lanzo de vuelta a ella mojandola otra vez,mi prima puso cara de espanto ya que había mojado su uniforme de colegio y se dio media vuelta para entrar de vuelta a la casa.

Nos miramos con Agustín y comenzamos a reírnos, tenia una risa tan especial que nunca me iba a cansar de admirarla.

(...)

Cada día era especial, pasaron los meses y a pesar de que el seguía sin hablar nos comunicábamos tan fácil, hasta con una mirada, disfrutábamos nuestras compañía, cuando íbamos al colegio ahora era el quien manejaba la bicicleta y me llevaba a mi, íbamos mas rápido hasta dejar a Estefania atrás , quien en vano intentaba alcanzarnos, me ayudaba a limpiar los cuartos y las guerras de agua cuando lavábamos la ropa eran inevitables. Esta semana me acompaño a visitar la tumba de mi padre, quería ir sola pero el insistió en venir , así que deje que me acompañara, luego de visitar a mi padre el comenzó una guerra de nieve entre los dos hasta que nos cansamos.

-Hagamos un muñeco de nieve-propuse ese día, el asintió contento-Eso te alegra-dije-Entonces hagamoslo-

Al terminar volvimos a casa,fue muy divertido.

(...)

En el colegio,todos ya estábamos sentados en nuestros asientos, estábamos esperando al nuevo profesor de gimnasia que teníamos, se llamaba Franco,  mi prima y yo lo conocíamos de la infancia, solo que el era mayor a nosotras por 5 años, siempre me pareció muy atractivo y lindo,en ese momento creía que estaba enamorada de el, creía.

Mis compañeras estaban alegres con su llegada, todas decían que era un hombre muy lindo y no mentían.

-Muy bien-dijo el director entrando a nuestro salón-el profesor Franco ha llegado-señalo la puerta, un chico vestido algo formal entro por la puerta, tenia pelo rubio, y barba cortada prolijamente, su vestimenta era de camisa blanca y pantalones negro apretados al cuerpo, sin duda era el. Todas comenzaron a murmurar cuando lo vieron, ninguna sabia disimular.