Amor de mi vida

Capitulo 4: El presupuesto del arreglo

Después de calmar un poco mi corazón trate de disfrutar la fiesta, pero no podía dejar de mirarlo y mientras escuchaba su voz mi piel se erizaba por completo.

- Creo que deberías ir a hablar con él, le pedí a la banda que disfrutaran un poco de la fiesta – mi amiga tan linda que es, pero no me atrevo a pronunciar una palabra frente al chico.

- Gracias Linda, pero no creo que sea bueno.

- Vamos Mew, el chico igual te ha estado mirando.

- No puedo – la banda dejo de tocar y los músicos bajaron.

- Bueno tendrás que poder porque viene hacia acá – mire hacia el escenario y era cierto, venia hacia nosotros.

- Yo...

- No Mew – Linda tomo mi brazo al ver que saldría arrancando.

- Gracias por la invitación – dijo hacia Linda – que pequeño es el mundo, ¿cierto? Señor Suppasit.

- Sí – más palabras no salían de mi boca.

- Oh Caroline me está llamando, con permiso – maldita amiga, eso no se hace.

- Así que esta fiesta es por tus 30 años.

- Sí – y dale con los monosílabos.

- ¿No eres muy hablador o te estoy incomodando?

- No, o sea yo...

- Creo que mejor voy hacia otro lado – cuando se dio la vuelta tome la manga de su chaqueta.

- Yo... soy algo tímido con las personas.

- ¿Estás bromeando? – negué con la cabeza – pero eres el dueño de una de las empresas de productos electrónicos más grande del país.

- No necesito que me recuerdes eso, yo... no me comunico bien con algunas personas, cuando tengo que dar órdenes o si debo hacer alguna presentación no tengo problemas, es solo cuando conozco gente nueva.

- Wau... es difícil imaginar sobre todo por el estilo que traes.

- Esto me lo eligió Linda.

- ¿Tú esposa? – note algo de recelo en su voz.

- No, es mi mejor amiga y la madre de mi hijo.

- Es bueno ver que se llevan bien.

- Por cierto ¿cuál es tu nombre? – Mew idiota eso debería haberlo preguntado hace mucho.

- Gulf Kanawut – estiro su mano y me dio miedo tomarla – lo siento – bajo la mano – debe ser incomodo tomar la mano de un simple músico.

- No – tome su mano y una corriente eléctrica paso por todo mi cuerpo, casi me caigo si no fuera por él, ya que me sujeto – puedes pensar que soy arrogante por la imagen que dicen de mí, pero la verdad soy muy temido.

- Ya veo – su sonrisa me va a matar en cualquier momento.

- Disculpen si estoy interrumpiendo, pero cantaremos cumpleaños.

- No, Saint no interrumpes – me recompuse y arregle mi ropa – vamos Gulf.

Estaban todos alrededor cantando y yo solo podía mirarlo a él, el movimiento de sus labios, el movimiento de su cuerpo y hasta los cabellos que revoloteaban con el viento. Cuando terminaron, apague las velas y mi único deseo fue que Gulf fuera el amor de mi vida.