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Nathalie estaba de brazos cruzados, viendo a la persona que posiblemente su jefe odie más que a nadie en el mundo, ayudando a un gatito a bajar de un árbol.

Debía admitirlo, ella también odiaba a Ladybug, después de todo, era la que frustraba mayormente los planes de su jefe de volver a reunirse con su familia, aunque claro, Gabriel no sabia que mientras luchaba con su familia, la estaba perdiendo más y más, hasta el punto en que Adrien ya lo ignoraba.

La heroína de coletas volteó en dirección de Nathalie y le guiñeo un ojo de manera coqueta antes de mostrar su mano derecha con la forma de la mitad de un corazón.

La mujer al ver éso fruncio el ceño y la vio con desprecio.

¿Qué se supone que estaba insinuando esa tonta?

Aunque si Ladybug se le insinuaba, ella quizás podía usarlo a su favor.

Con una pequeña sonrisa malvada se acercó a la chica que le entregaba el gato a una niña y al verla, también se acercó para quedar ambas cara a cara.

-¿Qué fue lo de hace un rato, Ladybug?
¿Acaso te atraen las mujeres mayores?- preguntó la secretaria de manera un tanto seductora.

Ladybug ocultó su brazos tras su espalda, se acercó aun más a Nathalie y se paro de puntas de pies para alcanzar un poco la altura de esa mujer.

-¿Le estás coqueteando a Ladybug cuando ni siquiera me haces caso cuando soy Marinette?
Es muy mala, señorita Nathalie.- susurro la heroína cerca del oido de la mujer.

Nathalie al oír éso borro su sonrisa, entendiendo todo.

Ladybug es Marinette, son las mismas.

Con algo de enojó agarró el brazo de la chica y la miró de manera severa.

-¿Qué crees que haces trepando a un árbol y andando por todas partes con ese disfraz tan... ajustado?
Es muy peligroso y te ordenó que te detengas, ahora.- ordenó la mujer en un susurro.

En ese momento se olvidó de su plan, solo estaba preocupado por Marinette, la chica a la que veía como a una hermanita.

Nathalie abrio sus ojos de gran manera al ser alzada por la heroína con disfraz de mariquita que le sonrió de manera dulce.

-¿Peligroso?
Yo soy la única peligrosa, señorita Nathalie, y sí se me acerca tan preocupada, la podría secuestrar.- dijo Ladybug con una gran sonrisa traviesa.

La mujer que estaba en shock, sintió sus mejillas arder y empujó a la chica para así bajarse.

Si antes odiaba a Ladybug, ahora lo hacia mucho mas.

-No digas tonterías, se supone que eres una heroína o un intento.
Mejor regresa a tu casa a tomar la leche antes que se enfríe.- dijo la mujer, acomodando sus anteojos.

Ladybug le saco la lengua de manera juguetona y se fue felíz.

Ahora Nathalie sabía que iba enserio al revelarle el secreto mas grande de todo París, la identidad de Ladybug.

Un par de horas después, en la gran mansión Agreste.

Nathalie veía a su jefe trabajando, recordando que ahora sabia la identidad de Ladybug, debatiendo sí debía decírselo o no.

-¿Sucede algo, Nathalie?- preguntó el hombre al sentir la mirada de su secretaria.

La mujer se sorprendió un poco al oírlo y agachó la mirada, fingiendo revisar algo en su tablet.

-Nada señor, sólo me distraje en mis pensamientos.

No sabía por que no se lo dijo, pero ya no lo haría por el bien de Marinette.

-Sí estás pensando en Marinette, no te preocupes que no se molestara por que no fuiste a su fiesta de cumpleaños por el trabajo.
Aunque todavía me sorprende que no terminas con ella.- dijo el hombre sin mirar a su secretaria.

Nathalie no dijo nada, sólo siguió fingiendo trabajar en su tablet, algo nerviosa.

Ahora Marinette era mayor de edad y era hora de cobrar venganza por la vergüenza que le hizo pasar el otro día y ese mismo día al coquetearle como Ladybug.











¡Ey! Muchas gracias por leer.


Ahora Nathalie ya no odia mas a Ladybug, progresando.

Atte:Yo

Marinette x NathalieWhere stories live. Discover now