Wei WuXian, el omega más deseado.

Futuro líder de Jiang

Llevo consigo una suma de dinero muy superior a la usual, para que las cuidadoras hicieran con él lo que mejor les pareciera para los niños.

Salió de la oficina justo en el horario en que los niño salían al jardín, el primero en notarlo fue A–Yuan que emprendió una carrera hacia él y se lanzó a sus brazos, ambos se abrazaron como siempre y Wei WuXian hizo un desastre con su cabello al revolverlo, el pequeñín no dejaba de parlotear de lo que había hecho desde la última vez que se habían visto e incluso con inocencia le platico de como una señorita le había dado un gran día el día anterior, paseando comprándole cosas que ahora le mostraba a él, Wei WuXian oía y reía por el hecho de que el niño le platicara con tanta emoción lo que había hecho con aquella dama de rojo sin saber que era él.

Ya al momento de despedirse A-yuan cabizbajo pidió a Wei Wuxian ser cargado. El omega ya le había dado la noticia de que se iría un tiempo y el rostro del pequeño expresaba su pena.

- Tu... ¿volverás verdad?

- A-Yuan... te lo prometo.

El niño dejo ver unas pequeñas lagrimitas en sus ojos, era alguien muy auto controlado para ser tan pequeño, Wei Wuxian lo abrazo una última vez y lo dejo. Volteo cuando ya estaba lo bastante lejos, pero el pequeño seguía ahí mirándolo desde la puerta. Fingió su mejor sonrisa y se despidió por última vez agitando su mano, el pequeño hizo exactamente lo mismo.

Al volver a casa Jiang Cheng ya estaba esperando por él, con la mirada clavada en el suelo sumido en sus pensamientos, mareado por toda la información que acababa de recibir.

Wei WuXian lo noto y se volvió aún más sigiloso al acercarse, y al estar a su lado jalo su manga para que notara su presencia.

- ¿Qué sucede? ¿Estabas tan triste sin mi aquí?

- Desde luego – le respondió con una débil sonrisa.

Wei WuXian se sonrojo y se espantó apartándose con rapidez. Una respuesta muy diferente a lo que esperaría de Jiang Cheng.

- ¿Tú quién eres?

Jiang Cheng solo sonrió, esta vez más animado. Ciertamente las cosas habían cambiado un poco, ahora que se le había confesado a Wei WuXian, al principio era todo caótico, pero ahora su corazón estaba tan claro que hasta se había atrevido a coquetearle. Sus sentimientos estaban en paz, no así su mente, pero tenía frente a él justo a la persona que necesitaba para que lo oyera.

- ¿Quieres ir al rio donde vas a "pescar"? – preguntó Jiang Cheng, la respuesta era obvia así que solo comenzó a caminar.

Wei WuXian lo comenzó a seguir.

- ¡No es justo! ¡No lo digas así! Una vez lleve a casa media docena de salmones.

- Aah, ¿te refieres a los salmones que te regalo un pescador real?

- ¿Cómo sabes eso? – preguntó el omega parándose frente a el deteniendo su paso.

- Un día que fui al pueblo me crucé con un señor que me preguntó cómo estaban los pescados que nos había enviado. – Jiang Cheng se rio en su cara – eres un fraude – y le aplasto la cabeza juguetonamente.

- Jeje – se rio nerviosamente Wei WuXian y rasco su mejilla.

Continuaron el corto camino y al llegar a la orilla del rio se sentaron, Jiang Cheng como siempre, pulcramente y Wei Wuxian con su naturalmente sensual, pero desperdigada postura, se quitó los zapatos y sumergió los pies en la cristalina y fría agua.

- Esta realmente fría, ¡prueba hacerlo!

- No, no quiero – dijo adoptando una postura defensiva, ya que si conocía bien a Wei Wuxian (y así era) intentaría meterlo a la fuerza.