Capítulo-4-Cartas y viejos amigos.

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Tras una hora más, finalmente la reunión de la Orden del Fénix terminó.

-Muy bien mis muchachos, me tengo que ir, ya que como saben, hay cosas importantes de las cuales me tengo que encargar -anunció Dumbledore.

Todos asintieron en comprensión al mismo tiempo que esbozaban una leve sonrisa dirigida a su líder.

-Les pido que se mantengan al tanto de cualquier noticia importante, estaré esperando cualquier informe que tengan para mí -les dijo el anciano mago transmitiendo con su mirada la importancia de esto último.

Los miembros de la Orden asintieron nuevamente en confirmación y, Dumbledore, sin nada más que agregar, finalmente se marchó con Fawkes en un estallido de llamas.

Cuando Albus llegó a su oficina en Hogwarts, Fawkes salió volando de su hombro en dirección a su cómoda percha mientras que el anciano mago se sentaba en su escritorio y de éste sacaba pergamino, tintero y una pluma, comenzando a redactar momentos después la carta para la Ministra Bagnold. Al terminar, llamó a su elfo personal y le ordenó que lleve esa carta a la susodicha y éste tomando la carta tras asentir obedientemente, desapareció con un pop.

-Tal vez han surgido unos cuantos contratiempos, pero estoy seguro que todo saldrá a mi favor. Todos mis seguidores son unos ingenuos, no obstante, eso hace que sean unos peones adecuados a los que puedo mover como me plazca. Pobre e ilusa Molly, vive en la creencia de que ella manejará la fortuna Potter, cuando al final, seré yo el que posea todo el control de ésta y de todas las demás fortunas familiares -dijo para sí mismo el viejo director al estar aparentemente solo en su oficina.

Con una pequeña sonrisa confiada, Albus empezó a hacer su papeleo, sin percatarse que era observado atentamente por Fawkes, el fénix y Alistair, el Sombrero Seleccionador, los cuales compartieron una mirada sombría.

(Sicilia Italia: Mansión Vongola)

En la oficina de Timoteo, todos continuaban reunidos pensando en sus siguientes pasos, pues las cosas iban avanzando más rápido de lo que pensaban y además seguían sin saber quienes fueron los responsables del ataque hacia el Joven León y su familia. También la nueva jugada de Dumbledore podría darles algunos problemas por lo que podría ganar el anciano si jugara bien sus cartas.

-Secondo, ¿sabe usted cómo fue que los anteriores Sawada llegaron al hospital? -inquirió Iemitsu curioso.

-Por supuesto, hijo -asintió el capo-. Fue gracias a Tsuyoshi, el nieto de Asari.

-Ya veo. Le debemos mucho a su nieto -dijo Iemitsu, dirigiéndole una mirada llena de gratitud al guardián de la primera generación de la lluvia.

-No tienes nada que agradecer. Por cierto, hablé con mi nieto hace unas horas, ya que él y su esposa estaban preocupados por el estado de salud tuya y de tu familia, por lo que le informé que ya se encontraban fuera de peligro, recuperándose muy bien, a lo que ambos se alegraron y me pidieron que te dijera que te desean lo mejor a ti, así como a Nana y a la pequeña Keiko -le hizo saber Asari con una cálida sonrisa.

-Sus buenos deseos son bien recibidos. De todos modos, estoy en deuda con Tsuyoshi. En cuanto terminemos aquí, hablaré con él para agradecerle personalmente -dijo el rubio con una pequeña sonrisa plasmada en su rostro.

Asari solo asintió mientras devolvía la sonrisa como toda respuesta. Luego de ese intercambio, Iemitsu habló nuevamente sin centrarse en alguien en específico. -Estoy preocupado por todo lo que tendrá que enfrentar mi hija en el futuro, me gustaría ayudarla de tantas formas, pero no quiero que consuma toda su infancia en puro entrenamiento, sin embargo, necesita estar preparada lo mejor posible por lo dicho en la maldita profecía y su papel en el inframundo criminal -se sinceró éste, suspirando angustiado.

Una Nueva Oportunidad - HP and KHR! Crossover 🦁🌈Where stories live. Discover now