DESTINO [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C13 ¿Me deseas?

El mundo desapareció en aquel momento, eran ellos dos y su inmenso amor.
Sus cuerpos reaccionaban al contacto y sus ojos eran ese mar dónde cualquier problema podía ahogarse.

La melodía acabó y cuándo regresaron a la mesa las cosas empezaban a marchar según el plan.

Verónica: ¿y la tata? [preguntó a Samy]

Samantha: es que Gaby se sintió mal, está con ella.

Verónica: ¿cómo que se sintió mal? ¿dónde está?

Manuel: tranquilos, como sabía que la fiesta iba a durar y odio manejar de noche aparté una habitación acá mismo, les dije que fueran

Ángel: voy a ver cómo está [la miró]

Manuel: ve con él Vero, yo cuido de Santy y me encargo de despedir a los chicos [le entregó la tarjeta]  

Verónica: gracias Manuel, no demoro [tomó la tarjeta] vamos Ángel...

Apenas cruzaron la puerta del salón Manuel y Samy soltaron una fuerte risa, no sin antes hacerle señas a Gaby que junto a Belén estaban escondidas en el pasillo que dirigía al baño. Estaba hecho.

Con paso apresurado aquellos dos subieron por el elevador casi al último piso del lujoso hotel, les sorprendió que Manuel reservara una de las mejores suites pero ninguno expresó su sentir pues la preocupación por saber cómo estaba Gabriela era mucho mayor, de la mano abrieron la puerta de la habitación y el temor le cedió paso a la sorpresa pues en vez de una joven con malestar hallaron un espacio lleno de pétalos de rosas rojas, velas blancas, una mesa con esa botella de vino que los invitaba a celebrar su amor.

Ángel: nos engañaron [sonrió negando]

Verónica: esta vez Samantha me escuchará [suspiró para calmarse] casi me matan del susto.

Ángel: mira esto...

Se acercó a la cama donde había una nota y un paquete que decía el nombre ella.

"Mamá y papá, fueron demasiados años extrañando, perdieron mucho tiempo de ese gran amor, no desperdicien un segundo más. 
Tranquilos, estamos bien, el plan nos incluyó a todos, ésta es su noche.

Los amamos"

Ellos se miraron y Vero verificó que dentro de aquel envoltorio venía una sensual ropa interior, se sonrojó y Angel al notarlo...

Ángel: ¿estás bien? [la tomó del mentón] muñequita, mírame. Se que todo esto nos tomó por sorpresa yo...

Ni una palabra más, Vero se lanzó sobre sus labios y le dejó un beso tan intenso como el amor que le tenía, uno que él correspondió tomándola fuerte de la cintura y aferrándose con tal vehemencia a su cuerpo que un jadeo ahogado se escapó de ella y murió en los labios de él.

El oxígeno comenzaba a escasear pero la necesidad de sentirse era tanta que unieron sus frentes y dejaban pequeños besos en la boca del otro.

Ángel: he soñado cada noche tu cuerpo [la abrazó a él] tu entrega, tus gemidos, tus manos en mí. 

Verónica: ¿me deseas? [lo miró traviesa]

Ángel: ¿esto te responde?

Él bajó sus manos rápidos a sus muslos y en medio de un desesperado besó la prendió a su cintura, la acorraló contra una pared de la amplia habitación y le comió la boca a besos, sus labios rojos por la intensidad y la mirada llena de fantasía ante el momento.