DESTINO [ꜰᴀɴꜰɪᴄ]

C29 "Nuestro sueño"

Una luz de esperanza llegaría cuándo al levantar la mirada un celular estaba sobre la barra de la pequeña cocina, sigilosa se asomó y observó el cuerpo de Armando casi cubriendo el de Bianca quién la llamaba en un susurro tal como había hecho con ese hombre al que le acababa de quitar la vida. 

Aferrándose a la pequeña estiró su brazo y tomó el aparato sin hacer ruido alguno, en un mensaje envió a Ángel la ubicación de lugar con la firme convicción que su hombre iría por ella de inmediato.

Cuándo el silencio al fin reinó fue colocándose en pie con mucho cuidado y en un rápido movimiento atravesó el pasillo siendo ella misma quién se encerró en la habitación.

Verónica: ya papá viene mi amor [acarició con temor su vientre] mi niño debes ser fuerte por favor.

Aquel pequeño que pataleaba a todas horas a penas se movía llenándola de una terrible angustia, a punto del llanto se acostó a lado de la niña que era ahora su fortaleza.

Los minutos se hacían interminables pero la ilusión llegaba en el sonido de las patrullas policiales acorralando el lugar...

Comandante: no puede pasar Sr. Morales.

Ángel: es mi mujer entienda, necesito verla ya [decía desesperado] 

Comandante: mis hombres entrarán, confíe en nosotros...

En medio de sus palabras el ruido de un disparó despertó todas las alarmas y el corazón de Ángel se destruyó.

Ángel: Veeeerónica [gritó con todas sus fuerzas]

Ingresaron de inmediato a la casa encontrándose una escena llena de horror, Bianca al escuchar todo aquel despliegue policial y en completa negación de ser aprendida acabó con la poca vida que le quedaba de un certero disparo.

Verónica acunaba con vehemencia a la niña pues no entendía nada, su corazón acelerado tuvo un respiro cuando aquella puerta abrió de par en par dejando ver la única figura que necesitaba...

Ángel: mi amor...

Ella no pudo decir nada, corrió directo a sus brazos y se refugio con un llanto lleno de emociones, al fin estaba ahí ¡Todo había terminado! 

Ángel: ¿estás bien mi vida? [la miró de arriba a abajo llena de sangre] ¿te lastimaron? 

El llanto no la dejaba hablar solo pudo afirmar en un gesto pero su instinto se activó cuando un uniformado trató de tomar a la bebé.

Verónica: no [la aferró a su cuerpo] mi amor yo estoy bien, pero no dejes que se la lleven. Necesita un pediatra por favor.

Ángel: y tú necesitas también un médico, vamos. Te prometo que todo estará bien...

Él la abrazó fuerte y la sacó rápido de la casa para evitar que observara todo el macabro cuadro, era demasiado para un alma sensible como la de Vero, pero esa mujer era mucho más fuerte de lo que él creía. 

Se trasladaron al hospital y luego de una completa evaluación decidieron dejarla en observación, el grado de deshidratación empezaba a afectar pero todo estaba en orden con el pequeño.

Verónica: lo único que le hacía falta era su papá [sonrió emocionada al sentir de nuevo esas pataditas que amaba] mi amor ¿y la niña?

Ángel: el doctor la está evaluando, hiciste un trabajo maravilloso con esa pequeña mi amor [besó su frente] no sabes los momentos que pasamos sin ti muñeca [las lágrimas no lo dejaron seguir hablando]