— Escúchame bien idiota degenerado, si vuelves hacer algo así de nuevo, yo mismo me voy  a encargar de deformar esa cara que tienes a golpes.
— Está bien lo entiendo por favor Sueltame...— Suplicaba con una voz quebrada. Lo termine por empujar.

Mantuve mi fría mirada sobre él. Sus amigos ni siquiera me plantaron cara.

Par de idiotas”

Me di media vuelta y camine hacia la puerta.
Tenía claro que debía hacer ahora.

Ir a buscar a  Katherine.

Ella en verdad me meterá en problemas...”

()

Cuando salí del Club, le pedí al chófer que me llevará al paradero principal de la ciudad.

Si hay algo en lo que me consideraría bueno es en encontrar personas. Conozco a Katherine, estoy seguro que debe estar ahí.

En ese instante mi teléfono empezó a sonar.
Creí que era Katherine.

¿Padre?”

Conversación Telefónica

DM: Es raro que me llames a esta hora

BW: ¿Donde estás ahora?, Hay una situación que debemos arreglar ahora

DM: Estoy haciendo exactamente lo que me pediste, conozco más a mis compañeros.

BW: Esto no es broma Damián.

DM: Lo lamento padre, pero tengo algo mucho más importante que hacer.

BW: Damián no…


Es la primera vez que le cuelgo. No sabia que se sentiría así de genial. Luego se lo diré a Grayson.

— Señor, estamos por llegar — dijo el chófer.
— De acuerdo, asegúrate de estacionarse cerca
— Claro señor.

La avenida estaba llena de gente. Apenas y podía mirar el rostro de las personas. ¿Cómo saber si ella está por ahí?.

“Solo ella logra hacer que me preocupe tanto”.

No me había puesto a pensarlo antes, pero desde que conocí a Katherine, he hecho muchas cosas que nunca creí capaz de hacer. Y estoy seguro que haré muchas más por ella.

Si mi abuelo o mi madre me vieran ahora, de seguro y pegarian un gritó al cielo. Su querido nieto e hijo haciendo cosas que no fueran solo matar o pelear contra delincuentes. Ya me los imagino.

Volví mi vista nuevamente a la avenida principal. Ya habíamos llegado. Estaba a solo metros de poder ver el paradero de autobuses. Ella debería estar ahí.

En cuanto pude ver lo suficientemente cerca, fue entonces que la ví. No me había equivocado, y me alegra no haberlo hecho.
Sonreí mientras la miraba.

Baje del auto en cuanto esté se estacionó.
Katherine parecía distraída en sus pensamientos. La ligera expresión en su rostro me hacía entender que no estaba nada bien.

Me acerque hacia ella mientras me iba sacando mi abrigo. Me detuve justo delante de sus ojos.

— ¿Damián?— Me gustaba como sonaba mi nombre cada que ella lo decía. Eso me puso nervioso.
— Ponte esto— Le acerque mi abrigo.
— Estoy bien, no necesitas darmelo

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓 - 𝑫𝑨𝑴𝑰𝑨𝑵 𝑾𝑨𝒀𝑵𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora