El día que me quieras

Capitulo X

- Te amo... de verdad te amo, yo no soy como Zoro... yo sí puedo hacerte feliz y tratarte como te lo mereces... pero por favor... solo dame una oportunidad.
A Sanji se le cristalizaron los ojos debido a las palabras dichas por Kid. Se le formó un nudo en la garganta, con el cual no pudo responder. El silencio que se formó después de que Kid se calmara, fue tan pesado y a la vez tan afligido, que el rubio aun no sabía cómo reaccionar. El pelirrojo se levantó de su asiento, sin decir palabra alguna se dirigió hacia la puerta, el cuerpo de Sanji en ese momento no respondió para poder detenerlo y aclarar las cosas, simplemente... lo dejó ir.

~~~Narrador~~~

Sanji se quedó absorto en sus pensamientos, no sabía cómo reaccionar ante la declaración de Kid, quería mucho al pelirrojo pero aún no tenía en claro sus sentimientos, si solo era por amistad o si era al más. Tomó aire unas cuantas veces aclarando un poco sus pensamientos, se puso de pie y salió de la enfermería, estaba decidido que si dejaba ir a Kid todo lo que había pasado con él se desvanecerían por completo, y él no quería eso, sabía que eran pensamientos egoístas pero de verdad no quería perder a Kid.
Como pudo, saco sus cosas del aula, estuvo preguntando a varios compañeros si habían visto a un pelirrojo deambulando por ahí; hasta que unos le dijeron que había tomado dirección hacia la azotea de la escuela, así que emprendió su camino para allá, en el camino se topó con la mochila de Kid así que también se la llevó.
Una vez frente a la puerta de la azotea, su corazón latía a mil por hora, las manos las tenía un poco sudadas y temblorosas, suspiró profundo, contó hasta diez y abrió la puerta frente a él. Rápidamente dio una checa en la azotea pero no había rastro de Kid; si no hasta que visualizó unos pies colgando del techo de la puerta (no sé si me doy a entender pero estaba en el techito de la puerta xD).
Estuvo buscando alguna manera para subir, hasta que encontró unas cajas de manera las cuales le sirvieron como escalones, subió de manera cautelosa para que Kid no notara su presencia, este estaba recostado con su antebrazo cubriendo sus ojos y tarareando alguna canción que escuchaba con sus auriculares.
Se recostó a un lado de él quitándole un auricular ocasionando un respingo en el pelirrojo.
– Sanji...- murmuró.
– Hola de nuevo, la brisa se siente muy bien aquí arribita.
– Si...
– Sobre lo que hablamos en la enfermería...- dijo sin más.– solo quiero que sepas, que aunque no se note, te quiero mucho.- se sonrojó al instante que lo dijo.
– No tienes que tener compasión o lo que sea conmigo.
– No es compasión, estoy muy confundido, no puedo pensar con claridad.
– ¿Pero si pensaste claro cuando te acostaste con Roronoa?- preguntó
El rubio dio un respingo de sorpresa y tardó un poco en responder.– La verdad me siento muy estúpido por lo que hice, no se en que demonios estaba pensando, estoy tan arrepentido.- mordió uno de sus labios intentando suprimir sus lágrimas y sollozos.
Kid lo miraba un poco atónito, pero con un poco de tristeza, no le gustaba ver a su "princesa" así.
Se volteó al lado de Sanji ahora quedando recostado en su antebrazo mirando al rubio, el cual tenía sus manos en su cara intentando ocultar su sonrojo, lagrimas y vergüenza. Tomó una de sus manos he hizo que este lo viera.
– Sabes, yo he cometido muchísimos errores de los cuales me arrepiento.
– ¿Cómo cual?- gimoteó Sanji.
– Mmm, por ejemplo el no aparecerme frente a ti en secundaria.- Sanji dejó salir una pequeña risita contagiándosela al pelirrojo.- De los errores siempre se aprende, no estes triste por eso, siempre me tendrás a mi para que te puedas desahogar.
– Yo no quiero que seas mi paño de lagrimas.- rió bajito.
– Seré lo que tu quieras que sea con tal de tenerte a mi lado.
–Kid...- sus ojos se volvieron a cristalizarse.
El pelirrojo posó su mano en la mejilla sonrojada del rubio acariciándola lentamente, yendo hasta su oreja y volviendo a su mejilla; por último bajando a sus labios, tocándolos suavemente y viéndolos fijamente.
– De veras tengo muchas ganas de besarte.- soltó sin más.
Sanji se quedó observándolo sin decir nada, de verdad no sabía si quería o no que lo besara, se repetía una y mil veces en su cabeza que era un egoísta y que no merecía tanto amor por parte de Kid, suspiró intranquilo.
– No merezco tanto amor de tu parte después de lo que hice.
– Eso lo decido yo, si darte o no darte amor, la verdad en este momento me importa una mierda lo que pasó contigo y ese cabeza de césped, yo solo quiero que me permitas hacerte feliz de verdad y de la manera correcta.- lo miró directo a los ojos y este apartó la mirada nervioso.– No quiero que sufras, Roronoa no te merece, tu eres precioso con todo el sentido de la palabra.
Kid se acercó un poco más a Sanji, casi casi podía sentir la respiración de este.
– Kid de verdad estoy tan arrepentido, no sé en qué estaba pensando.- tomo la mano de Kid y ocultó su rostro en ella.
– Si me lo permites, quitaré todo rastro de él en ti, lo digo física y emocionalmente, lo olvidarás por completo si me besas ahora.- dijo con una sonrisa ladeada.
– Jajaja de verás como puedes decir eso.- sonrío un poco volviendo a sonrojarse.
Kid pasó su mano al mentón de Sanji y como pudo, puso su otra mano en la otra mejilla sonrojada del rubio.
– Si no me detienes ahora, ya nunca más te dejaré ir.- advirtió el pelirrojo.
–No quiero detenerte...
– ¿Seguro? No hay vuelta atrás, eh
– Al parecer él que está dudando es otro.
El pelirrojo dio una sonrisa ladeada y poco a poco se fue acercando a Sanji, hasta sentir su respiración mezclarse con la suya. Miro por última vez los ojos azules de Sanji para cerrar los suyos ansiando ese tan esperado beso, el cual se vio interrumpido por el azote de la puerta de la azotea.
– ¿Estás aquí maldito pelo en punta?
Kid y Sanji se separaron de golpe, el pelirrojo se levantó para observar a la persona que preguntaba por él y era nada mas y nada menos que Roronoa Zoro.
De un saltó, Kid bajo del techo para encarar al peliverde intentando no soltarle un golpe en cuanto lo vio ahí parado.
– ¿Me estás buscando?- preguntó el pelirrojo sin sentirse intimidado.
– Al fin te encuentro, creo que dejamos una pelea inconclusa.- dijo con una sonrisa ladeada metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.
Sanji sin saber qué hacer solo se limitó a ver desde el techito de la terraza, estaba preocupado por lo que podría pasar, esos dos eran demasiado agresivos y temía por el Kid.
– Vaya, así que también estás tú aquí.- dijo Zoro fijando si vista al rubio.– ¿Ya me has cambiado por este?
– Yo...- No terminó lo que iba a decir ya que Kid lo interrumpió.
– No necesitas darle explicaciones a este bastardo, tú eres libre de estar con quién quieras.
– Entonces no te entrometas entre nosotros.- lo encaró Zoro.
– ¿Qué dijiste? Ustedes no tienen ninguna relación, estúpido.- se acercó peligrosamente Kid a Zoro para estar frente a él.
– ¿Seguro? ¿Quieres que te vuelva a recordar lo qué pasó entre nosotros?- preguntó burlón.
El pelirrojo, con todo el autocontrol que aún le quedaba, apretó los puños y los dientes dispuesto a darse la vuelta, no quería pelear contra el peliverde frente a Sanji.
– Hey.- dijo Zoro a Sanji.– ¿Quieres volver a repetir lo que-
No pudo terminar su pregunta por el hecho de que un golpe por parte del pelirrojo se había estampado es su cara. Se tambaleó un poco y alzó la mirada encarándose a Kid. Sanji se sorprendió pero realmente sabía que eso iba a pasar, estaba dispuesto a ir tras el pelirrojo, pero este ya estaba agarrando a Zoro del cuello de la camisa.
– ¡No tienes permitido hablarle, maldito! Vete de aquí Sanji, yo te alcanzó luego.- volteó a mirarlo con una sonrisa, la cual fue borrada por un contraataque de parte de Zoro con el cual fue a caer al suelo.
Zoro se posición encima de Kid y comenzó a darle golpes seguidos en la cara, el pelirrojo obviamente no se iba a dejar, así que con una patada quito a Zoro de encima suya.
Comenzó la batalla con golpes, patadas, esquivadas y entre otras cosas, Sanji no podía dejar de ver lo que estaba sucediendo. Se sentía culpable de que Kid estuviera sufriendo esos golpes. Sin pensarlo, corrió hacía donde se encontraban esos dos intentando detenerlos pero un golpe se planto en una de sus mejillas ocasionándole que cayera al suelo.
– ¡Sanji!- gritó Kid tomándolo por los hombros en el suelo.– ¿Estás bien, puedes pararte? ¡Ya ves lo que ocasionaste estúpida alga!
– ¡Ese golpe iba a ser para ti!
Comenzaron una pelea de insultos entre ellos. Sanji se paró harto de estarlos escuchando, con un dolor en su mejilla izquierda y sangre en su nariz.
– ¡Cállense! ¡Quiero que dejen de pelear en este momento!- gritó a todo pulmón (como pudo).
Sanji se acercó a esos dos y tomó la mano de Kid arrastrándolo consigo, no sin antes dirigirle unas palabras a Zoro.
– Y para ti, no quiero tener nada que ver contigo nunca más, ¡estoy tan arrepentido de haberme enamorado de ti!
Sin más se dió la vuelta y continuó su camino de nuevo a la enfermería con Kid, dejando a un marimo desconcertado por lo que le había dicho, la puerta se cerró por completo y Zoro cayó de sentón en el suelo.
Soltó una pequeña risita y tapó sus ojos con una de sus manos, musitando.– No tenía idea....

~Continuará~

Hola holaaa, aquí yo con la actu, la verdad les ofrezco una sincera disculpa pero no sabía como continuar con la historia u.u espero y les guste y que aun sigan la historia TuT
Nos vemos en la próxima <tres