Hilos y Cuerdas.

Esperanzas

Hades observó el ejército rival, vio que existían seres que no usaban sus cosmos, aquello le pareció un insulto, el preparó todo un ejército entrenado, usó sus habilidades para fortalecerles, pero su contendiente, Athena, parecía no tomarle el peso correspondiente al asunto, era indignante.

Lentamente salió de su carroza y, flotando en el lugar, se puso frente a su ejército, justo en el momento que el Patriarca Shion se hizo presente, apareciendo a unos metros frente al Dios del inframundo, el ambiente se volvió a tensar hasta que el Dios habló.


—Caballeros de Athena, ríndanse ahora y les tendré misericordia— salió de manera fuerte de sus labios, su cosmos se había extendido, muchos temblaron de miedo, pero no retrocedieron —¿es esta su respuesta?— formuló mientras Shion mantenía la vista fija en el Dios del inframundo.

—esta es nuestra resolución, batallaremos hasta el final— respondió firmemente mientras muchos guerreros vitoreaban —¿aún desean derramar sangre inocente?— preguntó esta vez el Patriarca, sin embargo, la sonrisa retorcida que apareció en los labios de Hades se lo confirmó, ya no había tiempo para dialogar.

De un rápido movimiento, todos se lanzaron al ataque mientras Hades y Shion se alejaban a gran velocidad, el impacto de la primera línea fue inevitable. Todos luchaban con lo que tenían, los civiles usaban armas rudimentarias como mazas, martillo, sartenes y tridentes, los secuases de menor rango eran resistentes pero muy lentos, tenían ventaja, pero las bajas fueron inevitables.

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La sangre teñía el páramo, todos los Santos y Saintias, de Bronce y Plata, luchaban de manera coordinada, los espectros menores les seguían el ritmo sin problema.
Yato y Yuzuriha lanzaban sus habilidades a diestra y siniestra, sin embargo, pronto se vieron rodeados, superados en número.

—no quería llegar a este punto pero...— habló el Santo de Unicornio mientras elevaba su cosmos y los centraba en sus piernas y brazos.

—es momento de pelear en serio— complementó su compañera, quien los centró en sus piernas.


Solo fue un segundo lo que tardaron los espectros en lanzarse y en otro segundo, ya varios yacían sin cabeza en la tierra, otros fueron despedazado o portaban rosas blancas que se volvían rojas, aquello llamó la atención de Minos, quien se acercó a los Santos.


—¿cómo conoces esa técnica?— preguntó con precaución mientras esquivaba un ataque en conjunto, esas eran habilidades mucho más fuertes como para que simples caballeros de rango bajo pudieran reproducir o aprender.

—¡Excalibur Unicorn Kick!— exclamó Yato, lanzándose al ataque, Minos usó sus hilos y lo detuvo en el aire, estuvo apunto de matarlo, pero la pierna libre del santo de unicornio hizo un movimiento parecido a una patada alta, solo con eso y los hilos del juez fueron cortados.

—¡Dance of Red and Black!— anunció en simultaneo la Saintia, usando su Echarpe para crear una pantalla frente a ella, quien lanzó varias patadas en un frenético baile, luego de unos segundos, usando su cosmos, quitó la Echarpe y frente a ella aparecieron varias rosas de color rojas y negras, las cuales fueron lanzadas hacia el juez.

Este quedó maravillado por dichas técnicas, pero seguían siendo inferiores, con unos movimientos de sus manos, logró sacar una roca del suelo y protegerse de los ataques, de los cuales, al chocar contra la gran roca, creó una nube de tierra y polvo, ambos santos se colocaron espalda con espalda, esperando algún movimiento por parte de su enemigo, quien seguía oculto de sus atacantes.

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Mientras tanto, en el frente, las bajas del Santuario seguían presentándose, los esbirros de los espectros caían y otros volvían a salir, la locura invadió a los menos experimentados, otro solo perdieron el conocimiento, más no una Saintia de máscara en blanco y capucha negra, solo se podían ver los motivos de flores y nada más.

En ese instante aparece Raimy de Gusano, quien le frena el paso y, usando sus gusanos, intenta atrapar a la chica, quien esquivaba y contra-atacaba de manera agresiva, sin embargo, la presencia de Cheschire al salir de su “Hide and Seek” le hizo tropezar, siendo atacada por ambos lados.

A los segundos después, se vio a la Saintia algo herida, con algunos rasguños, pero aun en condiciones de batalla, pero ambos espectros se detuvieron al ver unos mechones violáceos, tal parece que ya habían encontrado algo interesante.