─ Cuatro.

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Domingo, ocho de la mañana, lluvia intensa. Ninguno tenía intención de levantarse de su preciada cama.

Estabas escondida en el pecho de Hoseok, y el te rodeaba con sus brazos, ambos vistiendo solamente la parte baja del pijama. El mismísimo paraíso.

De vez en cuando le dabas tiernos besos en el pecho y cuello. El sonreía en respuesta y acariciaba tu espalda.

─ A esto, lo llamo felicidad. ─ susurró Hoseok con voz ronca. Sentiste un escalofrío en todo tu cuerpo, amabas su voz, más cuando despertaba.

─ Me quedaría aquí para siempre. ─ dijiste a la vez que lo atraías más a tu cuerpo.

Habían despertado hace media hora, pero no querían salir de la cama, por lo que Hoseok aprovechó y te hizo el amor, varías veces.

Ahora estaban más agotados y con menos ganas de salir al exterior. Habías quedado super satisfecha, asi que hiciste el desayuno, para los dos y luego lo llevaste a la cama.

─ ¡Woah! ¿Y esto? ─ señaló la bandeja con el café y las tostadas. Te sentaste en su regazo para luego besarlo.

─ Quise traer el desayuno a la cama, se que casi nunca desayunamos aquí, pero te lo merecías. ─ le guiñaste un ojo.

─ Oh, ya veo, supongo que te puse de buen humor. ─ murmuró en tu oído, con un tono travieso.

─ Siempre me pones de buen humor. ─ respondiste, Hoseok alzó las cejas, con una mirada picarona.

─ Tu me pones de buen humor cada instante en que te miro. ─ confesó, mientras se acostaba en el respaldo de la cama.

Tú, para que no viera el sonrojo en tus mejillas, comiste una tostada, mirando hacia otro lado.

Cuando terminaron de desayunar dejaron la bandeja en una mesita de luz y se volvieron a acurrucar. Ambos tenían el día libre, perfecto para estar en la cama todo el día.

─ Espera, quiero ponerme una camisa tuya, son muy cómodas. ─ te levantaste para sacarte el pijama y colocarte una camisa de Hoseok. El se te quedo mirando, pero luego te detuvo.

─ Me encanta verte con mi ropa nena, pero no sé porque te la pones ahora, si de todos modos te la voy a quitar. ─ aclaró con una sonrisa inocente. ─ Sabes a que me refiero.


Antes de que pudieras responder algo, agarró la camisa y la tiró por el aire, para luego llevarte a la cama y dejarte debajo suyo

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Antes de que pudieras responder algo, agarró la camisa y la tiró por el aire, para luego llevarte a la cama y dejarte debajo suyo. Continuó quitándote la ropa interior y bueno, te hizo el amor, otra vez.


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𝗪𝗢𝗡𝗛𝗢 ϟ 𝗢𝗡𝗘-𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦Where stories live. Discover now