Completamente inocente

IV: Nibbles Snakish

Harry se frotó distraídamente el pecho. Había sido un hábito en el último mes desde el accidente en el laboratorio. Apenas podía recordar la sensación de las manos de Snape en su pecho pues había sentido mucho dolor, pero la camisa rasgada era prueba suficiente de que había sucedido. ¿Y Snape realmente había desabotonado sus jeans y los había bajado? Bien, entonces él no los había tirado hacia abajo exactamente; probablemente apenas los había bajado lo suficiente para ver los calzoncillos de Harry. Él había estado usando los calzoncillos de bikini ese día y descansaban bastante bajo en sus caderas. Pero el hecho era que Snape ca- no, tuvo a Harry desnudo en su mayoría y él había estado sufriendo demasiado para disfrutarlo. Sólo una vez le gustaría estar atrapado en una situación con Snape en la que realmente pudiera disfrutar de las posiciones comprometedoras en las que parecía que se encontraban últimamente.

Había cometido el error de escribir sobre ellas a Ron, quien había compartido la carta con Hermione, como era de esperar. No es que tuviera algo en contra de que sus mejores amigos lo supieran, pero la típica Hermione había escrito en respuesta sobre la subconsciencia de establecerse, los resbalones freudianos y una lista completa de terminología psicológica muggle. Harry pensó en escribirle de regreso y decirle que eran simplemente accidentes y que en realidad no tenía la intención de humillarse por completo sólo para captar la atención de Snape. No necesitaba ninguna interferencia cósmica para hacer el ridículo; lo estaba haciendo bien por su cuenta, gracias. Ron sólo le dijo que fuera por él.

Independientemente de sus propios sentimientos, se contentó con dejar que las cosas progresasen a un ritmo natural. Él y Snape acababan de establecerse en una cómoda amistad y no quería arruinar eso presionando por más. Sabía que Snape era una persona muy desconfiada, así que Harry tenía toda la intención de tomar las cosas con calma. Tal vez para el final del próximo trimestre, Harry podría comenzar a dar pistas de que encontraba atractivo al Maestro de Pociones y ver a dónde podrían ir desde allí. Por supuesto, había habido esos comentarios e insinuaciones que Snape había deslizado en sus conversaciones de vez en cuando. Suponiendo que el hombre fuera consciente de ello. ¿Sabía lo sexy que sonaba su voz cuando la soltaba en ese tono bajo y ronco? ¿Se dio cuenta de lo elegantes que eran sus manos cuando trabajaban gentilmente con tanta diligencia en sus pociones?

Harry reprimió un estremecimiento. Snape realmente lo había invitado de nuevo al laboratorio con la afirmación de que Harry probablemente no era tan idiota después de todo. Harry lo había tomado por el cumplido que era. Varias veces durante el último mes, él realizó su calificación en el laboratorio y trabajó en los ensayos mientras Snape elaboraba pociones.

Normalmente, cuando Snape llegaba a un punto de descanso, Harry dejaba de calificar y se unía al otro profesor para tomar una taza de té. Hablaron de algo más que de su pasado compartido y de los estudiantes con los que trataron de manera regular. Snape no estaba sorprendido por el progreso que Hermione estaba haciendo en su última cruzada.

Harry mencionó la última línea de ropa mágica de Zabini y Snape estuvo de acuerdo en que era un poco más práctico que los diseños del año pasado. Harry escuchó diligentemente a Snape hablando sobre un artículo en la última «Pociones Mensuales» y Harry habló de su opinión sobre el equipo francés que se dirigía rápidamente a las Finales de la Copa Mundial de Quidditch.

Harry realmente no podía decir que estaba sorprendido por las cosas que tenían en común. Snape había empezado a invitar a Harry a sus habitaciones para tomar una copa en la noche ocasional en que ninguno tenía nada que hacer, lo que parecía suceder con bastante frecuencia. Harry sabía que Snape no había dejado de repartir detenciones, así que se preguntó si el hombre se las había entregado a Filch más de lo normal. Tampoco pudo evitar preguntarse si esto era intencional para que Snape pudiera tener sus noches libres para pasar tiempo con Harry. Fue un bonito pensamiento que Harry mantuvo escondido en su corazón, a pesar de lo improbable que era.