prólogo + nota.

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HAY COSAS que recurrentemente debemos explicar ante la sociedad. Decisiones que hay que tomar. Como si se las debiéramos a alguien. Con rapidez. Porque no tenemos toda la vida. Porque no vaya a ser que te arrepientas después. ¿A qué te vas a dedicar? ¿Qué vas a estudiar? ¿Cuál es tu orientación sexual? ¿Y tus pronombres? ¿Cuál es el problema con tu identidad? ¿Qué es lo que quieres? Pero decidete ya, que no tienes toda la vida. Porque esto es para toda la vida.

Y ya no puedes volver atrás.

Mucha presión, ¿verdad?

¿Pero qué pasa si esto no pasa? Es decir, si decidimos ignorar las leyes de una mala calidad de vida en favor de lo que queremos.

Fácil.

Completo, absoluto e irrevocable odio.
Odio al que se sale de la regla. Odio al que no piensa igual. Odio al que cuestiona. Odio al que imagina, crea o ama. Odio por el simple placer de defenestrar un alma que se atrevió a pisar fuerte.

A eso se resume la sociedad: Odio.

Y a eso se resume Dankworth.

La asquerosa, mugrienta, putrefacta nauseabunda Dankworth.
Mi amada ciudad, por si no se dieron cuenta.

La morada de mucha gente que no se atrevió a soñar. La morada de la gente que se llenó los bolsillos explotando a esas mismas personas. El lugar donde no puedes caminar por la calle con una maravillosa falda a cuadros de morley sin que la señora Keery llame escandalizada a tu padre porque: ¿Donde se ha visto a un hombre vestido así? ¡Tiene que ser una broma! Una burda broma.

Maldita Señora Keery, como la odio.

Dankworth, sin embargo, no es un lugar que solo resguarde viejitas insoportables y definitivamente no estamos aquí para hablar de ellas si no, de la cúspide, el templo, la deidad del fascismo, la muerte y el dolor. El salón de los cuchillos, el palacio de las torturas.

La Universidad Nacional Oswald Mosley.

Sí. OSWALD MOSLEY.

¿Y quién fue este señor?

El fundador de la Unión Británica de Fascistas en 1932.

Sí, mi universidad lleva el nombre de un declarado fascista de la era de los Peaky Blinders. Y aparentemente, es muy prestigiosa también.
¿Acaso a nadie le aterra ni un poco? Es como si Margaret Thatcher tuviera un museo.

Oh, no espera. Lo tiene.

Ya no espero nada del mundo.

Retomando.

Por si no lo dejé lo suficientemente claro en los párrafos anteriores, vivir en donde yo vivo y asistir a la universidad a la que yo asisto es un infierno, entonces, ¿por qué alguien eligiría voluntariamente y no bajo amenaza con arma de fuego (como yo) estudiar aquí?

Doble fácil. Prestigio.

Desde su fundación en 1960, (durante el auge de los hippies, la libertad sexual, la liberación de la mujer, el debut de Led Zeppelin y la invención del césped falso) ésta ha sido considerada la universidad perfecta para estirados, para gente normal y equilibrada entre la taaaanta rebeldía de la época (cofcofcespedfalsocofcof) fue una bocanada de aire caliente y asqueroso para esta gente que no estaba preparada para los cambios que se avecinaban y hoy en día lo sigue siendo. Porque sigue habiendo gente asustada de lo nuevo, lo diferente. Y siempre la habrá. Con suerte, gracias a los accidentes automovilísticos y los ataques cardíacos, el número se irá reduciendo con los años, pero siempre quedará uno por ahí. Dando vueltas.

Y mientras uno solo de ellos quede, Mosley seguirá existiendo.

Y yo seguiré sufriendo.

Porque si crearte una reputación en esta escuela ya es suficientemente dañino. Ahora imagina una mala reputación.

Solo mírala a Moon.
Perdió el control en una fiesta y ahora todos en la uni la llaman lunática.
Claro que nosotros ya lo hacíamos, pero nunca en su cara, no.

O míralo a Mikkel.
Por proteger a su unique amigue ahora se encuentra metido en un escándalo de drogas.
¿Pero quién no se fumó uno alguna vez?

O mirenme a mí, Demian.
Tengo 23 años y ningún amigo real a quien hablarle de mis problemas.
Aunque mí terapeuta prepaga virtual solía decir que no era un problema real que todos en el colegio me llamaran puta.

No sé, quizás le entendí mal, no le pude pagar otra sesión porque le denunciaron la cuenta.

No sé qué es peor, la pobreza o los traumas. O por la pobreza no poder librarte de los traumas.

Mamá diría que ambas.

Pero claro que ella también tuvo su mala reputación aquí, es una lástima que no siga en este mundo para refutarla.





𓀩 𓀨 𓀧

bueno, antes que nada quiero aclarar unas cuantas cositas.

𝐈 - sí, la historia es casi en su totalidad de parejas del mismo sexo, para ésto la puse en contexto, ya que la mayoría de las parejas están en una universidad que más que universidad es un reformatorio, por eso la gran mayoría de parejas son gays, así que no me vengan con "yo no leo istorias donde t0dos son gay x k sero realismoh" si no te gusta el contexto, no lo leas, porque, la realidad es que, al menos en Inglaterra casi el cincuenta por ciento de la población (si es que no más) pertenece a la comunidad LGBT+ y esto no lo digo yo, lo dicen las estadísticas.
si no me creen, vean "Cuatro Bodas y Un Funeral" de 1994 y lo normalizadas que estaban para ese entonces las parejas gay.

𝐈𝐈 - tanto la universidad Mosley como la ciudad de Dankworth son de mi invención, no existen en la vida real (que yo sepa) de ésta forma se me hace mucho más fácil manejar tanto el paisaje, la zona, el clima y las ciudades vecinas, así que no googleen ninguna porque no las van a encontrar jajajsd.

bueno, con esas últimas cosas dichas y hechas me despido y espero que quién esté leyendo ésto, no importa que tan poquitos sean, lo disfruten, ésta historia es en serio importante para mí.

-letta.

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