Cap 16

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Narra Gerard

Un infinito color negro era lo único que podía percibir. Caí en la cuanta de que probablemente sólo tenía los ojos cerrados, pero de querer abrirlos ni habla

La noche anterior la pasé encerrado en mi cuarto lamentándome y más que nada llorando.

Hacía años que no lloraba de tal manera, pero cada vez que el llanto cesaba sus palabras resonaban en mi cabeza haciéndo a las lágrimas volver. Lloraba gritando y golpeaba la cama.

"Es un capricho tuyo"  "Me haces la vida imposible"  "No quiero que vuelvan a verse" "Caprichoso de mierda"  "No lo quiero aquí" "Sólo es una fase" 

¿Cómo mierda va a ser una fase? Aún peor ¿Cómo mierda va a ser un capricho? No voy a ir con un sujeto cualquiera frente a mis padres y decirles que soy gay sólo para joderlos, sólo para "hacerles la vida imposible"

Ridículos. Al final Frank tenía razón: Ahora o en una semana reaccionarían de igual forma.

Separé un poco mis párpados dejando a una pequeña pero cegadora grieta de luz proyectarse en mis pupilas.

Se tratába de la luz natural que provenía de la ventana junto a mi cama, pero nunca me había dolido tanto abrir los ojos con esa tenue claridad. La única explicación razonable a la que pude atribuírle la culpa de ésto fué el haber sobre-hidratado mis orbes.

Revisé la hora en mi celular, éste marcaba las 15:43.

Dormí como tronco toda la mañana y también me perdí el almuerzo, pero por otro lado estába bien ya que no quería volver a sentarme en la misma mesa que mis papás.

A las 16:00 decidí salir de mi cuarto para comer algo.

Ingresé a la cocina en busca de comida: a partir de ese día debía comer mucho mientras pudiera porque no pensaba volver a cenar junto a mis padres, y si ellos no enviaban el almuerzo a mi cuarto lo más probable era que me quedara con el estómago vacío.

Preparé una montaña de panqueques que, curiosamente, me hicieron recordar al inoportuno Mikey y a su cara al volver a subir las escaleras. 

Los comí lento, no me importaba llegar tarde a la escuela, no me importaba la media falta que sería registrada en mi boleta, no me importaba la cara que pondría el profesor al verme entrar a esas horas. No me importaba nada de eso.

Recordé vagamente: hoy es Halloween. Si había algo que podía empeorar mi día sería ver montones de grupos de pubertos con disfraces poco creativos y corriendo por ahí mientras piden caramelos. 

Una buena fecha para estar desanimado.

Terminé mis panqueques, dejé el plato en el fregadero y fuí a vestirme. 

Elegí ropa normal y casual, nada que me hiciera ver disfrazado de ninguna manera. 

16:15 marcaba el reloj de mi teléfono. Sólo quedaban alrededor de 3 horas de clase.

Pasé al baño para una rápida cepillada de dientes y salí de casa sin apuro alguno.

Al salir del edificio pasé por aquel lugar del primer beso con Frank y la primera sonrisa del día se hizo presente en mi cara.


Abrí la puerta del salón de filosofía, la última clase del día. esperando encontrar al profesor recostado en su asiento, con los pies sobre el escritorio y poco preocupado por lo que sucedía a su alrededor. 

Bingo. Ahí estaba bien posicionado como pensé y con la misma actitud de "me pagarán de todas formas". 

-Buenos días, Way. - saludó al verme pasar frente a él.- media falta.

Too close for Conform ●Frerard●Where stories live. Discover now