Narra Gerard
Esa mañana en especial mis ganas de levantarme eran muy escasas, de hecho, estoy seguro de que no existían.
Mi celular sonó con el estruendoso solo de Slash en Noveber Rain a todo volumen. Aunque fuese una canción genial y aquel solo me hiciera sacar mi guitarra de aire para tocarla con todas mis fuerzas, escucharlo a las 06:30 de la mañana era una idea pésima.
Me levanté de mala gana frotándome la cara con las manos mientras me dirigía al baño. Entré y cerré la puerta a mis espaldas, privacidad ante todo.
Levanté mi cabeza y examiné mi cara detenidamente; tenía los ojos cansados y se me cerraban, mi boca y mis labios estaban secos, mi pelo estaba hecho un desastre y tenía las cejas despeinadas. Me veía horrible.
Quería dar una buena impresión hoy, así que tenía que arreglarme. Humedecí mis manos y esparcí el agua por mi cara y mi cabello intentando emprolijarlos.
Volví al cuarto a verstirme: Una camiseta negra, un chaleco oscuro, jeans y mis Converse.Ya un poco más despierto bajé a desayunar.
Este sería nuestro primer día en la nueva escuela para mí y para Mikey, mi hermano menor, que estaba en la cocina preparando café.
La mudanza nos traía algo estresados y le habíamos pedido a papá que nos dejara faltar el primer día pero dijo, y cito "En esta familia somos gente responsable, así que irán a la escuela como es debido si quieren respetar el apellido Way."
No era la respuesta que esperábamos pero no podíamos hacer nada al respecto, así que ahí estábamos preparándonos para un día que no prometía nada bueno.
Ví el reloj que reposaba en la pared de la cocina y noté que eran las 07:20. Alarmado, tomé mi mochila y a Mikey del brazo y salimos de ahí lo más rápido que pudimos.
-Oye, no he empezado mi café.- se quejó.
-Ni yo, pero estamos llegando tarde ¡Corre!
Al llegar a la escuela me despedí de Mikey y le prometí esperarlo a la salida para volver juntos a casa. Cómo iba yo a saber que para entonces estaría furioso y ofendido con todos.
Subí las escaleras hasta el tercer piso y entré en un aula poco concurrida. Era obvio que no iba a haber casi nadie, después de todo eran las 07:40 y faltaban 20 minutos para que comenzara la clase de Historia. Me dí cuenta de que había interrumpido mi desayuno (y también el de Mikey) en vano.
Nota mental: programar la alarma para que suene más tarde.
Me acomodé en uno de los pupitres del fondo y saqué un cuadernillo y un lápiz negro para garabatear algo mientras esperaba a que lleguen todos.
Al principio sólo dibujaba lineas negras contrastando en el papel blanco pero luego empezé a detallar algunas zonas, borrar, volver a dibujarlas con mas intensidad, tal vez menos intenso, algunas otras lineas por debajo, rellene con negro algunos espacios y otros los deje con su color natural. Cuando quise darme cuenta tenía un cuerpo femenino plasmado ante mí en esa hoja que momentos antes era sólo un papel en blanco.
Era una mujer mimetizada con un violín. Se veía como el cuerpo de una modelo. La nombré "The White Violin" y seguramente la incluiría en el comic que soñaba con escribir
Para ser un hombre gay, realmente sabía graficar la anatomía femenina.
Alejé mi mente del mundo del dibujo para descubrir que el profesor estaba saliendo por la puerta y el timbre del receso sonaba fuerte dentro del aula. Mi primer día y nisiquiera presté la suficiente atención como para verle la cara al profesor una sola vez ¡Genial!
