Eso es pa' weones

c a t o r c e

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¿Por que acepte venir?

No pude haber dicho "No Lucas mejor quedémonos viendo una película, durmamos abrazaditos y nunca mas nos separemos".

Pero no po, la weona acepto venir a andar en lancha y ahora estoy caga de miedo, ya veo que sale un tiburón y me come el conchetumare.

—Relájate —el Lucas se rió y masajeo mis hombros.

—¿Cuanto falta para llegar? —pregunte con los ojos cerrados.

—Pero abre los ojos po o no vas a disfrutar nada —me abrazo por detrás y apoyo su mentón en mi cabeza, siempre hace eso y me gusta cuando lo hace.

La lancha se mueve mucho weon, abrí los ojos y me mordí el labio, se ven bacanes los cerros y las casitas en ellas.

Es hermoso el paisaje, menkanta.

—Oye preciosa —susurró en mi oído.

Ay se me paralizó la concha.

¡Me dijo preciosa conchetumare!

—Dime precioso —entrelace su mano con la mía, sonreí involuntariamente.

—Se que nos conocemos hace poquito y que aún no nos sabemos toda la vida del otro pero te quiero preguntar algo —aclaro la garganta.

Y ahora es cuando se arrodilla y me pide que me case con el, seremos muy felices con un perrito o con un hámster.

Ay no, pero los hámster no se pueden pasear por la chuchitaaaa.

—¿Me escuchaste? —preguntó sacándome de mis pensamientos.

—No, perdón ¿que dijiste? —lo quede mirando a los ojos.

Sorry, estaba imaginando nuestro futuro.

Suspiro—. No, nada.

—Dime po, es que me fui en vola pensando —hice una mueca, tal vez se sintió mal donde no escuché lo que dijo.

—No es nada, Valita, tranqui —sonrió triste.

Buta la wea siempre la cago.

Pase mis manos por su cuello y me pare en puntitas para poder darle un beso pero el muy weon se paro de puntitas igual.

—Ya po —hice un puchero, en cambio él se cago de la risa.

—Haber ven —me tomo de la cara y junto nuestros labios, pero él muy weon me echo aire en la boca y se me inflaron los cachetes.

Nos cagamos de la risa, hasta se me olvido que vamos en una lancha.

—¿Por que no avanza? —le pregunte al Lucas mirando hacia los lados

¡La lancha no sirve conchetumare!

—No se, tal vez dará una indicación y no quiere ruido —volvió a abrazarme.

—¡Se acabó la bencina así qué hay que esperar a que nos traigan, tenemos para rato si! —gritó uno de los encargados.