Como Flúor a un electrón.

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Advertencia: Este es un AU escolar

Para Osamu Dazai, Chuuya Nakahara era su adoración, su mundo, su otra mitad, con quien deseaba hacer un perfecto suicidio doble, el ser que más amaba en el mundo y con quien deseaba pasar el resto de sus días de eso no cabía ni la más mínima duda al respecto y desde el inicio de su relación se aseguró de demostrarle a su novio eso, pero...

—Entonces, Dazai-senpai, ¿cree que Chuuya-senpai quiere terminar con usted?

—Exacto Atsushi-kun, últimamente siento que nos hemos distanciado —el tono usado por el castaño al prenunciar aquello estaba lleno de pena y aflicción— creo que se ha cansado de mí.

Antes de que el chico albino, el cual se llamaba por Nakajima Atsushi, pudiera decir algo que calmara el inquieto corazón de su superior la campana que indicaba el final del descanso sonó haciendo que ambos estudiantes se dirigieran a sus respectivas aulas.

El resto del día Dazai presto poca atención a sus clases, sus pensamientos eran ocupados por su novio pelirrojo, no quería hacerse ideas raras, sin embargo, habían iniciado su relación poco antes de finalizar el segundo año de escuela media ahora estaban en tercer año de la preparatoria la opción de que el más bajo finalmente se hubiera cansado de él era tan factible como temible.

—Dazai ya es hora de irnos —quien se le acerco fue un chico de ojos color violeta y cabellera azabache, lisa que casi le llegaba a la altura de los hombros.

—Fyodor me quiero morir —fue la respuesta del castaño para su amigo ruso.

—Mira que novedad, ¿y ahora por qué? —el sarcasmo era bastante evidente.

—Creo que chibi quiere terminar conmigo.

—Bien por él —ambos chicos salieron del salón de clases el cual se encontraba vacío— se merece algo mejor.

—¡Oye! Yo soy buen novio.

—Ajá —antes de que Dazai pudiera replicar cualquier cosa, el azabache continuo— ¿Y qué te hace pensar eso? Digo, ya te ha aguantado tres años es tiempo suficiente para conocer todos tus defectos, los cuales por cierto son bastantes, y todavía sigue contigo eso dice mucho de sus sentimientos por ti.

—Gracias por el apoyo —era el turno del castaño de ser sarcástico— no sea que te canses de ayudarme.

—De nada, es un placer.

—Diugh, te detesto.

—¿Me vas a contar o no? —el ruso se detuvo frente a una máquina expendedora para comprar un par de refrescos probablemente demasiado fríos para la época, una vez que saco ambas latas le extendió una a su compañero.

—Gracias —contesto a la vez que tomaba la lata y la abría para tomar el primer trago.

—¿Entonces?

—Siento como si nos estuviéramos distanciando, se la pasa pegado al celular y se olvida de mi por completo.

—Si te está siendo infiel espero que sea con alguien menos estúpido que tú.

—Otra vez, gracias por el apoyo Fyodor.

—De nada.

—¡Ya no me golpea tanto como antes! Estoy preocupado.

—Oh, sí que es serio.

—¿Qué puedo hacer? —Dazai se detuvo viendo la nieve caer, era la primera nevada del año y era viernes.

—Habla con él, seguramente solo te estás haciendo ideas extrañas. Los exámenes empiezan la próxima semana, debe estar pensando mucho en eso, ¿no dijiste que querían entrar en la misma universidad? Tú tienes facilidad con las pruebas, pero Nakahara no.

Hogar y otras historias soukokuWhere stories live. Discover now