/1/

81 11 1
                                    

Kiyoko y Yachi. Yachi y Kiyoko.

Hubo un tiempo en el que cuando pensabas en una, instantáneamente pensabas en la otra.

Probablemente siga siendo así, solo que no de la misma manera.

Todo era ideal.

Cuando Yachi veía a Kiyoko, sentía que todo lo demás desaparecía, solo eran ellas dos, juntas. En armonía.

¿Qué más perfecto que tu primer amor sea correspondido?

Yachi pensaba que sería una locura que sus sentimientos fueran recíprocos por parte de la mayor.

Cuando empezaron su relación se sentía irreal. Era como lo había imaginado, e incluso más.

Así que pensarán, ¿si tan perfecta era dicha relación, entonces por qué se vino abajo? Pues la rubia se preguntaba lo mismo.

Era un día soleado, y había despertado con un extraño cosquilleo, un buen presentimiento, pensó. Fue la misma rutina de siempre, desayunaron tranquilamente, fueron a trabajar. Nada fuera de lo común.

Cuando llegó a casa, encontró a Kiyoko sentada en el sofá, la saludó y la pelinegra le respondió con una sonrisa.

Solo una sonrisa. Aquel silencio encendió las alarmas de Yachi.

Sin embargo concluyó que era producto de su imaginación.

Se cambió y la cena fue silenciosa.

Kiyoko no era muy habladora, sin embargo la hora de cenar era en el momento en el que charlaban. Siempre había sido así.

¿Acaso tuvo un mal día? Debería preguntarle –pensó.

¿Kiyoko?... ¿Pasó algo hoy? –dijo suavemente, asustada por lo que podría responder.

– Eh... Quería... Hablar contigo de algo –respondió la mayor.

– Adelante, puedes contarme lo que sea, tú lo sabes.

Después hubo una pausa. No fue muy larga, pero para Hitoka, se sintió como si hubiera sido eterna.

– Nosotras, es decir, nuestra relación, no es lo mismo que antes, tú lo sabes ¿verdad? ¿tú... ya te diste cuenta?

¿Qué?

¿Que rumbo estaba tomando esta charla?

¿De que se tenía que haber dado cuenta?

Es verdad que no nos vemos muchas veces al día. Pero no importa, hay personas que trabajan mucho y tienen relaciones estables.

No se estaban comunicando mucho últimamente, pero ninguna de ellas es muy conversadora. El silencio siempre había estado bien en su relación.

¿Verdad? Todo estaba bien. Tenían la misma rutina de siempre, ¿A qué cambios se refería Kiyoko?

Sabes bien a lo que me refiero, ¿cierto?

La verdad que no.

– Ya no hablamos como antes. O pasamos mucho tiempo juntas o el tiempo que pasamos juntas ya no tiene... Sentido.

¿Eso en serio estaba pasando?
Si era así entonces no se había dado cuenta.

O sí se había dado cuenta, solo que pretendía que no.

– Hitoka siento que... Yo siento que... ¡Siento que lo nuestro ya no tiene sentido alguno! – exclamó Shimizu en un tono de voz más elevado.

Debo decirte adiós (No sé si pueda) [Kiyoyachi]Where stories live. Discover now