20. En el principio

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—Aquí vamos.

—Juro que al primer monje que me salga a decir que en Him Cheng Wu solo se permite la entrada a los hombres, lo arrojaré de cabeza al lago —bramó Madame, maquillando aquellos recuerdos con una sonrisa impostada.

—Bienvenidos a Him Cheng Wu, los esperábamos. A todos ustedes: Bobbly, el valiente —saludó el monje, haciendo una leve reverencia.

El pequeño rojizo respondió con un gesto de sorpresa y, llevando uno de sus dedos al pecho, miró a James en sorpresa.

—¿Yo?

—Victoria, la justa —correspondió hacia Madame.

Ella levantó una ceja con interés.

—Oh, eso está mucho mejor —respondió con otra leve inclinación.

—Y... James —dijo finalmente hacia Mago, estático en su postura.

—Tenías que hacer una entrada, ¿verdad? —preguntó Mago, cruzándose de brazos con una sonrisa sarcástica.

La expresión en el monje cambió rápidamente a una gran sonrisa.

—¿Y de quién más podrías haberlo aprendido, engreído? Ven acá, tonto. —Extendió sus brazos hacia él, envolviéndolo con fuerza.

Victoria y Bobbly observaron la escena con confusión.

—¿Alguien desea explicarme qué es lo que está pasando? —preguntó Madame.

—Ahora el viejo Somchai posee cuerpos ajenos, eso es caer bajo —contestó James.

—No lo haría si no tuviera tanta urgencia. Maestra Victoria, es un honor verla de nuevo. —Volvió a reverenciar.

—El honor es mío, maestro —correspondió, imitando el saludo—. He escuchado grandes aventuras sobre usted. Sé que aún no se ha convertido en mi pupilo, pero debo agradecer al tiempo por haberme permitido la oportunidad de verlo hecho todo un poderoso hechicero.

—Síganme, por favor. —Indicó, abriéndose camino a través del jardín—. Los llevaré conmigo. O, bueno, con mi cuerpo real.

—¿Por qué habernos traído a esta fecha en específico? —quiso saber James.

—Fue un mes tranquilo, sin grandes problemas de trabajo —explicó el acólito—. Con el mundo a salvo, me había retirado de regreso a Him Cheng Wu para fortalecer mi espíritu. Los monjes me acompañaron en mi meditación durante todo ese tiempo. La energía espiritual nunca fue tan fuerte en este lugar, era la época perfecta para enviar mi espíritu aquí a través del Plano Astral. Mi yo del pasado no detectaría mi presencia.

—Eso es bastante inteligente —reconoció Victoria.

Los cuatro se internaron al patio principal, dejando escapar murmullos de asombro. Todos los monjes meditaban en perfecta paz con el mundo y con ellos mismos, en una pulcra organización de hileras.

Somchai relajó los músculos del cuerpo que invadía.

—Sé que soy resabiado, así que puede que mi yo del pasado dé un poco de pelea, pero puedo conmigo. En mis cinco años de muerto nunca antes me sentí tan vivo.

—Somchai, espera... —dijo James, recibiendo en sus brazos justo a tiempo el cuerpo inconsciente del acólito.

El espíritu del viejo maestro tailandés salió expulsado como un proyectil directo al cuerpo en reposo de Monje Universal. De inmediato ambos cuerpos astrales entraron en conflicto, con el uno intentando anteponerse sobre el otro. La batalla en su interior se reflejaba en los bruscos movimientos del cuerpo, hasta que finalmente se detuvo.

Mago Universal: Encrucijada temporalWhere stories live. Discover now