7. Tengo un gay panic

Start from the beginning
                                    

En este momento Noah era la única a la que podía recurrir. Sólo ella sabía esa parte de mi vida que aún no había revelado.

—Jade cree que Charlie me gusta —solté con atropello—. Y me ha amenazado con decírselo.

La miré con súplica, como si ella pudiera ofrecerme una solución o al menos un consuelo. Guardé un momento de silencio para ver si ella respondía algo mientras escuchaba la música del parque. Alguien había puesto Conga en los parlantes y ahora Noah movía la cabeza al ritmo de la música.

—Deberías decírselo —respondió finalmente—. Adelántate a él.

—¿Decir qué? —balbuceé sin entender.

—Que te gusta. —Miró directo a mis ojos—. Díselo antes de que Jade lo haga. No vas a dejar que él te controle ¿no?

Come on shake your body baby do the conga.

Separé los labios con sorpresa. No estaba esperando ese tipo de solución.

—¡Pero ella no me gusta!

Levantó una ceja como si no me creyera.

—Andy, la miras todo el tiempo.

—A ti también te miro.

Noah se inclinó un poco más hacia mí. Aún la estaba sosteniendo por la muñeca, pero ella no parecía interesada en librarse de mi agarre y yo no lo estaba en soltarla.

—¿Yo también te gusto?

—¡Aquí estás! —dijo Jade a mi espalda.

Fue la primera vez en mi vida que me sentí aliviada de verlo.

Solté a Noah para volverme hacia él. Estaba a dos metros de nosotras mientras se acercaba con una sonrisa de alivio. Se veía cansado, como si acabara de echarse una carrera para llegar a nosotras. Su perro caliente había desaparecido.

Acorté la distancia entre nosotros y lo empujé contra la pared. Probablemente me hubiera costado más hacerlo si no lo hubiera encontrado con la guardia baja.

Jadeó y me arrugó la frente.

—Primero que nada, buenas noches —dijo.

Metí la mano en su cabello para jalarlo hacia atrás. Su cuello quedó expuesto y lo vi tragar saliva.

—Esta es la última vez que me amenazas.

No lo estaba sosteniendo con fuerza, así que él pudo bajar la cabeza de vuelta para mirarme. Su cabello se deslizó fuera de mis dedos, pero mi mano quedó congelada.

—¿O qué? —preguntó con curiosidad.

Cerré la mano en un puño.

—¿Te crees muy listo? —dijo Noah.

Los ojos de Jade se desviaron hacia nuestra izquierda con desconcierto, como si hubiera olvidado que había alguien más con nosotros. Yo también la miré. Noah cruzaba los brazos y le dedicaba a Jade una mirada aburrida.

—Hola. —Él enseñó su sonrisa más radiante. Era un poco gracioso verlo fingir tanta despreocupación cuando estaba entre mi brazo y la pared—. Creo que no nos han presentado. Mi nombre es Jade.

Noah no se inmutó.

—Dejarás de sonreír así cuando te rompamos la cara.

Jade separó los labios con sorpresa y me miró en busca de ayuda, o como si quisiera preguntarme "¿la has oído?". Al ver que yo no decía nada al respecto, decidió hacerlo él.

¿Escuchas Girl in Red? | PRONTO EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now