A diez centimetros

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Presiona play

y deja que la música la llene.

Se sienta en su vieja silla

con una taza de té en su mano

y escribe

o por lo menos lo intenta.

Noches de insomnio.

Todo lo que quiere es poder decir algo

poder decirle algo,

pero aun cuando lo intenta

su cerebro está bloqueado

aunque quizás sea

porque esta clavado en la pared

a diez centímetros sobre su cuerpo sin vida.

Ecos de una menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora