Hermosa (Kagaya y tú)

II

Ya habían pasado unos meses en qué la chica llegó a dónde los pilares, los primeros días estuvo viviendo con el pilar del sonido pero a ese chico se le ocurrió una gran y loca idea... Hacer que TN viva con el patrón, a lo cual, para sorpresa de la pelinegra (o el color de tu cabello ;v) el hombre aceptó ¿Por qué? Ella tenía una respiración única: la naturaleza.

La idea de Uzui no era tan loca ya que él quería que TN ayudara al pelinegro para su enfermedad y bueno, ahora TN vive con el patrón.

TN:

- señor, es hora de su otra medicina- hablé entrando a su cuarto.
Kagaya- claro- se acomodó en su futón.

Saqué una jeringa, le puse el líquido y la golpee un poco para que se saliera el aire (o algo así me había dicho mi prima xd) para después agarrar el brazo del señor e inyectarlo. Escuché un quejido y volteé a verlo, yo solo saque la jeringa de su brazo pero antes de que me fuera habló.

Kagaya- TN
- dígame
Kagaya- dónde estás?- dijo extendiendo sus brazos para así encontrarme.

Yo me acerqué de nuevo (estaba en la puerta) y agarré una de sus manos, él sonrió.

- estoy aquí señor.
Kagaya- eres tan cálida, me gusta.
- y usted es muy amable, también me gusta.

Permanecimos así unos segundos hasta que el soltó mi mano y la llevó a una de mis mejillas acariciándola.

Su mano era cálida, como un sol abrazador, como si una bolita de algodón me tocara.

Estaba metida en mis pensamientos hasta que sentí como su pulgar masajeaba mis labios, volteé a verlo y seguía sonriendo.

Kagaya- tus labios son tan finos, tan suaves- suspira- eres tan perfecta.

De pronto lleva su mano a mi nuca, lentamente y con cuidado me va a cercando a él. No sabía que hacer, es mi mayor y tiene hijas, ¿Qué dirán los demás de mi? ¿Que sólo vine aquí para estar con él? ¿Para ocupar el lugar de su esposa?.

Estaba tan metida en mis pensamientos hasta que sentí unos labios libre los míos... Me estaba besando. Estaba en shock, no podía hacer nada pero el empezó a mover sus labios.

Unos cuantos segundos pasaron para que él se separara.

Kagaya- tus labios son tan dulces
- g-gracias- volteé a ver a otro lado- y-yo me tengo que ir.

Y así, antes de que hablara me fui a mi cuarto, al llegar cerré mi puerta y pegué mi espalda en ésta para después dejarme caer.

Tenía que digerirlo todo, desde que entré a su habitación hasta ahora. Él me había besado. Debo aceptarlo, me gustó, pero no está bien. Besaba bien pero esto no esto no es correcto. Quién lo diría, ahora estoy en un debate mental para ver qué es bueno y malo.

Hay que decirlo: sus labios se sentían cálidos, tenían un sabor a frutas, eran suaves y al parecer, encajaban perfecto con los míos, pero no sé que hacer.

Después de hacer mi otra debate me acosté en mi futón para descansar pero esa imagen no se salía de mi mente, cómo quieren que olvide eso.

Como olvidar...

Mi primer beso