Acuerdo Pre-Nupcial

Capítulo VIII

—Modesto no es el calificativo  apropiado para ti —dijo Candy con una amplia sonrisa  —arrogante te va mejor .

—No creo que el dormitorio de un hotel sea el mejor escenario para hacer una propuesta de esta magnitud —musitó Annie entre risillas

—Tienes razón Annie —respondió Terry poniéndose de pie y extendiendo una de sus  manos hacia Candy para que la tomara —Candy se merece algo mejor que esto.

—Ambos lo merecen —respondió Annie con una amplia sonrisa —déjenlo en mis manos, haré mi mayor esfuerzo para que todo esté listo en dos días a mas tardar —Annie sonrió —muero por ver la cara de Elisa cuando se entere, ya que esta tarde sonría por saber lo infeliz que sería Candy casada con tu medio hermano —dijo mirando a Terry —mantengamos todo en secreto hasta ese día, quiero disfrutar su reacción esa noche, como mínimo le dará una crisis de histeria cuando sepa quien es el verdadero novio.

—Annie —dijo Candy con sorpresa

—Esa víbora se merece eso y más,Pecosa —dijo Terry con una amplia sonrisa apoyando la iniciativa de Annie —Haz todo cuanto se te ocurra, está de mas decirte que no escatimes en gatos.

—Ten por seguro que lo haré —respondió Annie con una amplia sonrisa —Ahora si me disculpan me retiro, creo que ustedes tienen mucho de que hablar.

—Gracias por todo lo que nos has ayudado estos últimos días Annie —dijo Terry antes que Annie se retirara.

—Lo hice con todo el placer del mundo —sonrió  —ahora si, me despido —abrió  la puerta y salió.

—¿Que haremos ahora? —preguntó Candy en cuanto se quedaron a solos.

—Para comenzar, podemos salir de este dormitorio, lo menos que deseo es que alguien comience a crear ideas en su cabeza que podrian dañar tu reputación.

—¿Y crees que eso me importa?

Terry sonrió ante las palabras de Candy, sabía que ella al igual que él, era una rebelde de nacimiento, pero debía protégérla aun de mi mismo, si permanecía en aquella habitación no podría resistir lo que su mente en complicidad con una parte de su cuerpo le pedían que hiciera.

—Sé que no —respondió el castaño después de unos segundos —pero jamás te expondría a ser el centro de cotilleo en este pequeño pueblo. Ya sabes, un pueblo chico, se puede convertir en un infierno grande —sonrió de medio lado —creo que lo mejor es que me marche o terminaremos frustrando los plans de la tímida —dijo Terry tomando sus manos y depositando un beso en ellas a manera de despedida, necesitaba salir de aquella habitación, neciataba estar lo mas elejado posible de Candy y de aquella amplia y cómoda cama que lo invitaba a probar lo suave que era.

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Dos días después...

Tal y como Annie lo dispuso, todo estaba listo. Terry se dirigía junto a sus padres a la Villa Ardley de Escocia. Era allá donde se llevaría a cabo la fiesta de compromiso.

Al llegar, permaneció en el interior del auto junto a su madre, en tanto su padre ingresaba solo a la Villa Ardley. Él haría su aparición luego, tal y como Annie le pidió debía hacerlo para ver en primer fila el rostro de Elisa cuando por fin se hiciera el anuncio oficial de su compromiso con Candy.

Terry planeó uno a uno sus movimientos al igual que un jugador de ajedrez lo haría con sus trebejos, solo que en esa occasion Elisa será un peón en el tablero.

Luego que el cofer les indicó que se prepararán, que el momento de ingresar estaba cerca, flexionó su cuello y se preparó para su gran noche.

—Es casi la hora —dijo extendiendo sus manos provocando que su madre sonriera.