capítulo 4: vamos demasiado deprisa

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*narra Sara*

No sé por qué se me ocurrió acceder a su invitación, ni siquiera perdonarle, no debería ni mirarle a la cara después de lo que me hizo. Y ahora pretenderá arreglarlo todo con un par de quedadas y palabras de arrepentimiento; pues no voy a caer tan fácilmente en su juego. Le das la mano y se toma hasta los tobillos, pero ya no soy la misma niña que cayó en su juego.

Llego a casa y se abalanzan sobre mí

M: qué ha pasado?

S: nada mamá, sabe que el niño es suyo y quería pasar tiempo con él- intentando quitar importancia al asunto

M: y vais a volver a quedar?, qué te ha dicho?

S: no sé si volveremos a quedar, supongo que sí- suspiré- ha intentado explicarme todo pero no he querido escucharle

M: pero querrá pasar tiempo con el niño, qué vas a hacer?

S: mamá no lo sé vale, ahora no puedo pensar, tengo demasiadas cosas en la cabeza, unas me dicen unas cosas y otras todo lo contrario, necesito aclararme- abandoné el salón y fui a mi cuarto a ponerme cómoda.

"necesita aclarar sus sentimientos" escuché decir a mi madre, " no la agobies demasiado, han sido demasiadas emociones en muy poco tiempo" le contestó mi padre.

Mi madre tenía razón, necesitaba ordenar todo lo que había en mi mente y en mi corazón, porque aunque no quisiera reconocerlo, todavía sentía algo por él.

Di de cenar al peque y después cenamos nosotros. Estábamos viendo una película, la verdad es que yo no estaba prestando mucha atención, cuando mi padre me sacó de mi mundo.

P: nosotros te vamos a apoyar en lo que decidas vale?- me abrazó

S: tengo miedo papá - reconocí entre sus brazos-miedo a que se lleve al niño, miedo a que me vuelva a hacer daño

P: eso no va a pasar, dicen que los errores se aprende, y nadie, nadie nos va a quitar a la alegría de la familia - me acarició la cabeza - siempre voy a estar a tu lado

S: gracias, gracias por todo

P: no las des cariño

Tras aquella conversación con mi padre reuní las fuerzas suficientes para saber lo que tenía que hacer de ahora en adelante.

Cogí el móvil, tenía 5 llamadas perdidas de David y un par de mensajes

"No sé qué he hecho mal esta tarde, pero por favor perdóname. Tenemos que hablar llámame por favor"

" Necesito que me expliques qué ha pasado. Sólo quiero estar a vuestro lado"

La verdad es que no se merecía lo que le había hecho por la tarde, dejarle ahí tirado en mitad del parque.

" Dame tiempo por favor, no es una situación fácil. Ya te aviso yo otro día para quedar. Buenas noches"

A los pocos segundos contestó a mi mensaje: "Espero tu llamada. Que tengas una muy buena noche preciosa y besitos al peque"

Ya está el David adorable que pretende conseguir todo con sus palabras bonitas. La verdad es que echo de menos sus piropos, sus tonterías, sus besos y cosquillas al despertarme. Lo echo de menos a él.

Pasados unos días  decido llamar a Alba y los chicos y proponerles comer juntos, quedamos allí a las dos, cuando llego todos me esperan en la puerta

A: tú llegando tarde?, eso es nuevo, ah no - dijo riéndose

S: tan graciosa como siempre- saludé a mi amiga- Que pasa Dani que no consigues cambiarla o qué?- le dije al rubio

D: esta es imposible de cambiar, si es perfecta así - besando a su novia

Dd: hay niños delante por favor- dijo, Dani le sacó la lengua

Á: vamos entrando anda

Me senté entre Álvaro y David con el carro del niño en medio, en mitad de la comida el peque se puso a llorar, David me miró como pidiéndome permiso para cogerle a lo que yo asentí.

Dd: ven con papá cariño- dijo sacándolo del cochecito- que le pasa a la cosa más bonita que hay aquí eh?, qué le pasa?- le ponía caras raras a lo que el niño dejo de llorar

D: Alba, podríamos encargar uno- dijo con cara de cachorrito

A: sí, y qué más, déjate de tonterías Danielo que todavía somos muy jóvenes. Hasta dentro de 4 o 5 años nada de nada

Reí ante el comentario de mi amiga a las ganas de ser padre de su novio.  Cuando acabamos fuimos a una heladería a tomar algo ya que hacía calor, estábamos llegando cuando me alguien me tapó los ojos

X: Quién soy?- dijo una voz masculina que hacía mucho que no escuchaba

S: Oscar!!- me di la vuelta y nos abrazamos fuertemente

O: cuánto has cambiado!, y qué guapa estas jodia!

S: imbécil que eres!- le pegué flojito en el brazo- pero gracias por el alago

O: tenemos que quedar, recordar viejos tiempos, ya sabes- me guiñó un ojo

S: eso está hecho- le sonreí- sigues teniendo el mismo número?

O: sí

S: te aviso cuando pueda y quedamos

O: perfecto, adiós guapísima

S: adiós guapo

*narra David*

Y este tío de qué va?, qué son esas confianzas?, a Sara sólo la puedo piropear yo, faltaría más, encima van a quedar, lo que me faltaba por oír, bufff, me hierve la sangre con solo pensarlo.

El destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora