treinta y tres

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Lunes, 05 de enero de 2015

"Hey, tú.
Largas semanas sin escribir, ¿eh? Unas semanas muy caóticas, de hecho. Pero al fin estamos de vuelta en el instituto, si estaba un día más en casa me iba a volver loca.
Espero que hayas pasado unas felices fiestas, pero creo que es mi deber el de decirte que comenzamos de nuevo con el caos del instituto.
Te escribo luego.
La chica de las notitas."
Dejo la notita en el casillero de Michael y volteo en dirección al mío.
—¡Hey! —grita una voz a lo lejos. Debe ser el chico que siempre persigue a la chica que le gusta para llamar su atención. Al principio, admito que pensaba que era tierno, pero ahora se volvió algo molesto—. ¡Hey!
Camino hacia mi casillero y al abrirlo, una voz a mis espaldas habla:
—¿Qué hacías en mi casillero? —Volteo y entonces me doy cuenta de que el chico que estaba gritando era Michael y era a mí a quien lo hacía.
Siempre supe que este día llegaría, pero jamás pensé que sería tan pronto. Supongo que es hora de enfrentar esto.
—¿Yo? —digo, fingiendo sorpresa.
—Sí, tú —dice sonriendo. Cree que sabe quién soy, y en efecto, lo sabe.
—Sólo paseaba por ahí —digo, intentando distraerlo. Aunque sé que esto tiene que pasar, prefiero intentar retrasarlo un poco.
—Mientes —sonríe—. Apuesto lo que quieras a que te llamas Marie.
—Correcto —afirmo—. Pero eso no significa nada.
—Claro que lo hace —dice, acercándose a mí—. ¿Por qué no reconoces que eres tú la chica que me escribe notitas? Así puedo dejar de ser conocido como el loco del instituto.
—Ya te lo dije, no sé de qué hablas —digo, cerrando el casillero y caminando lejos de Michael.

Hey, túWhere stories live. Discover now