Capítulo 4

4.9K 551 6
                                    

STILES

-¿Hola?- Vale esto era demasiado raro incluso para él.

Llevaba dando vueltas perdido un buen rato y lo único que veía era...nada, absolutamente nada.

Estaba perdido en la nada. Sonaba increíblemente estúpido pero así era.

Siguió andando sin saber a dónde iba. De pronto distinguió una silueta a lo lejos y se acercó a ella. Pero cuando vio que era se arrepintió de haberse acercado.

Delante de el se encontraba el maldito zorro que había estado olisqueándole mientras el estaba más preocupado por salvar su vida de la be...espera...

¿Como diablos salió de la cueva? Y lo más importante. ¿Dónde coño estaba la bestia?

Vale, lo último de lo que se acuerda es de estar tumbado medio muerto al lado de la bestia...¡Sus amigos! ¡Sus amigos habían ido a buscarle!

Volvió a mirar a su alrededor, no estaban, ni sus amigos, ni la bestia ni el puñetero zorro del diablo. Le había vuelto a dejar solo. Capullo.

Pero si el estaba medio muerto y ahora se encontraba perfectamente en un espacio totalmente en blanco y solo, eso quería decir que...¿estaba muerto?

-No estás muerto, tranquilo, ahora estas en una cama de hospital en coma- ¿¡Que demonios había sido eso?!

Miró hacia todos lados buscando a la persona que había dicho eso.

De pronto un zorro apareció delante suya.

Él otra vez. Joder.

-Dices demasiadas palabrotas, además no se de que te quejas, sin mí estarías muerto-

Vale ya entendía lo que pasaba, se estaba volviendo loco, eso es. Todo esto estaba en su mente.

Puede que toda su vida haya sido una maldita pesadilla, eso explicaría las criaturas sobrenaturales. O que todo haya sido producto de su imaginación y que ahora esté en una habitación de hospital psiquiátrico en estado catatónico.

Eso explicaría cosas como su segundo nombre. ¿Quién narices llamaba Mieczyslaw a un niño?.

¿De verdad su madre pensó que llamándole Mieczyslaw Stilinski le estaba dando una vida? Con suerte él podía pronunciarlo.

Daba gracias por tener amigos, aunque estos no supieran su pequeño secreto.

Cuando despertara debería escribir un libro sobre esto, o hacer una película. De cualquiera de las formas se acabaría forrando.

-Deberías dejar de ver tanta tele-mierda, te hace pensar tonterías- Zorro del diablo. -Cuida tu vocabulario niño, un respeto. - Mátenle.

-¿Cómo sabes lo que pienso?-

-Porque estamos en tu cabeza, además al estar en tu interior tengo una conexión directa contigo. Es como si estuviéramos juntos siempre.- ...

Dios, si de verdad estás ahí, por favor sácame de aquí.

-¿Sigues con lo mismo?-

-¿¡Podrías dejar de hacer eso!?-

-¿El qué, leerte la mente? pero si me lo estoy pasando bien-

Ya está, lo mata, jura que lo mata.

-Como si pudieras, si yo muero tu también-

-Pero yo ya estoy muerto- ¿no?

-No, estás en el hospital. Gracias a mí.-

-¿¡Cómo que gracias a ti, zorro del diablo?! ¡Me dejaste solo y desprotegido frente a la bestia y ahora tienes la desfachatez de decir que estoy vivo gracias a tí!-

-Que dramático eres, no te dejé solo. Estaba ayudándote a recuperarte, a sanar tus heridas y eso.-

-...-

-¿Aún no me crees? Mira tu abdomen-

Se levantó la camiseta encontrándose con la he...un momento, ¿dónde está la herida?

Oh.

-¿Qué, ahora me crees?- Que remedio

-Llevas mas o menos una semana en coma-

Una semana....

-Tus amigos han venido todos los días a visitarte, intentan que no estés solo en ningún momento.

Lydia y Malia vienen a explicarte las cosas nuevas que dan en la escuela, aunque acaban discutiendo porque Malia se lía con el temario.- Sonrió al imaginárselo. Malia nunca había sido muy buena con los estudios.

-Tu padre te habla de los casos nuevos de la comisaría, dice que a tu lado los resuelve mejor. Parrish suele venir con él.

Kira es la que se encarga de traerte flores y de contarte los progresos que ha hecho manejando al Kitsune.

Melissa es tu enfermera y habla contigo sobre Scott porque sabe que te preocupas por él.

Scott viene con Liam y ambos te cuentan sobre lacrosse y más cosas.

Derek viene por las mañanas y te cuenta cómo están todos y la falta que les haces.-

Chicos....

Sonrió.

Él también los echaba de menos.

Stiles, el zorro, StilinskiKde žijí příběhy. Začni objevovat