DIECISIETE.

38.2K 2.6K 1.3K
                                    

"Nunca. Eres muy impaciente, Lou. Creí que el hecho de tener bebés te iba a cambiar, pero sigue siendo tan malo como en el día en el que nos conocimos."

"Las sorpresas son difíciles para mi!" Louis se defiende. "Me ponen ansioso."

"Bueno, ya estamos aquí, así que ya te puedes tranquilizar," Harry dice, estacionándose en el restaurante de panqueques: el mismo restaurante en donde tuvieron su primera cita, Louis rápidamente se da cuenta.

"Oh," Louis susurra. "Harry."

"Sorpresa," Harry dice suavemente. "Los niños me ayudaron a pensar en una manera de ganar tu corazón, y ellos dijeron la noche que nos conocimos, pero estábamos más que un poco tomados y veinte años más jovenes en ese club de mala calidad. Me imaginé que podríamos saltarnos a las buenas partes."

"Me encanta," Louis dice, inclinándose para besarlo suavemente.

Ellos caminan dentro del restaurante con sus manos entrelazadas entre ellos, y Harry le pide la mesa en la esquina de la ventana: la misma mesa que tuvieron años atrás. Louis quiere besarlo por recordar ese pequeño detalle.

Cuando se sientan, Harry se apodera de las dos manos de Louis, sonriendo como loco hacia el. Louis se sonroja un poco y le sonríe de vuelta, dándole un apretón a su mano.

"Hey, amor," él dice suavemente.

"Hey, bebé," Harry dice de vuelta, sus hoyuelos marcándose profundamente. Antes de que puedan llegar más lejos de eso, una aburrida, joven mesera se acerca hacia ellos, mascando chicle obviamente. Bueno, Louis piensa, esa no es la manera de ganar buenas propinas.

"Que les puedo ofrecer?" ella pregunta, e incluso a través de su tono grosero, la educada sonrisa de Harry nunca se borra.

"Dos tazas de té, por favor, y yo tendré los panques de plátano con nuez con un poco de tocino a un lado, y para él panqueques de manzana con un poco de fruta fresca a un lado, gracias," Harry ordena fácilmente. Louis está boquiabierto mirando hacia el, sorprendido de que él recuerda el orden exacto de su primera cita. La mesera se va y Harry mira de vuelta a Louis, todavía sonriendo.

"Tu recordaste todo eso," Louis declara.

"Por supuesto. La mejor primera cita que he tenido, actualmente. Recuerdo el día bastante bien. Recuerdo despertar contigo babeando sobre mi pecho, tu cabello en catorce direcciones diferentes, y Dios, el horrible aliento mañanero. Y luego estornudé, y saltaste despierto como si mis mocos pudieran matarte al instante. Antes incluso de decir cualquier cosa relevante, tu me besaste y el beso sabía como animal muerto y te quejaste acerca de estar lo suficientemente hambriento que te podrías comer mi pene. Tuve que explicarte que eso nos detendría de volver a tener sexo otra vez para siempre y tu rodaste tus ojos, llamándolo 'detalles' y te levantaste para ir al baño, tu precioso culo desnudo rebotando con cada paso que dabas."

"Harry," Louis sonríe tan grande que piensa que su cara se podría romper. "Dios, no puedo creerlo. Siempre eres tan bobo."

"Sé que tu también tienes algunos muy buenos recuerdos, querido," Harry sonríe satisfecho.

"Eso es cierto, si, solo estoy impresionado. No creí que todos los pequeños detalles importaran tanto," Louis dice quietamente.

"Todo importa. Todos esos pequeños detalles son los que me hicieron enamorarme de ti. Incluso tu mal aliento por la mañana y la forma en la que dejaste mi pecho pegajoso y viscoso con baba después de nuestra primera noche juntos. Estábamos tan cómodos así de esa manera, y yo sabía que eso era raro y que tenía que ser algo especial," Harry se encoje de hombros.

This house no longer feels like home.Where stories live. Discover now