TENÍAS QUE SER TU

cap 2: acostumbrándonos a la nueva vida

El despacho era grande y tenebroso, como todo lo que lo rodeaba a él, su escritorio estaba a la espalda de una enorme ventana que daba a los jardines, la vista era espectacular

- Tomen asiento-les ordena y ellos obedecen- ¿dormiste bien Hermione?

- Si- se limita decir, su mirada estaba puesta en los jardines, eran hermosos casi tanto como los del colegio, Voldemort se da cuenta de esto y cierra las cortinas- pero...

- No alegues-le advierte Malfoy y ella se calla

- No me gusta que no me presten atención cuando les hablo- le dice Voldemort a Hermione, está solo le brinda una mirada de odio-los mandé a llamar ya que tengo un anuncio que darles, voy a salir unos días de la mansión, así que necesito a alguien que te cuide mientras yo no esté, Draco se hará cargo de ti, lo obedecerás en todo momento.

- ¿Puedo salir de mi cuarto?- pregunta con su mirada seria-no quiero estar encerrada todo el día ahí

- Puedes salir a los jardines, con la condición que Draco o Regulus te acompañen- le dice- y antes de que preguntes, no, no puedes entrar a la biblioteca de la mansión

- Deja de leer mi mente Tom- le dice

La falsa sonrisa de Voldemort se oscurece, Draco sentía que iba a morir en ese momento, como se le ocurre a Granger llamarlo por su nombre.

- Te iba a dejar que leyeras uno que otro libro, claro que yo aprobara, pero ahora no tendrás nada, agradece que te dejó salir de la habitación- le dice mirándola a los ojos- nunca escúchame bien, nunca me llames por mi nombre- él se para y camina hacia la puerta

- Como digas Riddle- murmura pero para su mala suerte él la escucha

- Crucio- la hechiza y Hermione gritó de dolor, nunca había sentido tanto dolor en su corta vida- tampoco permito que se burlen de mí , así que cuídate o puedo arrepentirme y dejarte encerrada todo el día en tu habitación, así le haría la tarea más fácil a Malfoy – y con paso firme sale del despacho

- Granger ¿estás bien?- le pregunta y ella emite un sonido de dolor- diablos debió golpearte muy duro, no debiste decir eso, te lo advertí-le dice ayudándola a poner de pie

- ¿Por qué me ayudas?- le pregunta entre quejas

- Porque aunque no lo creas soy humano y he recibido castigos peores a este y no se lo deseo ni a peor enemigo, osea a ti – dice y Hermione sonríe de lado- ven te ayudaré a llegar a tu cuarto

- Gracias – le dijo recostandose en él

- No me lo agradezcas es mi trabajo, si no te cuidara el señor tenebroso me dañaría mi también- dice Hermione rueda los ojos- te dejare en tu habitación y luego pasaré a ver como sigues

- Está bien- dijo Hermione y una vez llega a la habitación cae dormida

Como Draco lo prometió, pasó a visitarla, le trajo un libro de su biblioteca personal y le dijo que la mataría si se lo llegaba a decir al señor tenebroso.

Ya habían pasado cinco días desde que Hermione llegó a la mansión, tenía una rutina diaria, o bueno, Draco la tenía, la iba a visitar todas las mañanas a eso de las nueve hablaban o más bien peleaban de un tema en específico y luego se iba, luego volvía a las cuatro para dar su paseo diario, como si fuera un perro, salían al jardín y ella podía hacer lo que quisiera mientras él estuviera vigilando y a eso de las seis de la tarde tenía que volver a su encierro, las comidas u otra cosa que necesitara se las pedía a iris, era una elfina agradable, y ese día no era diferente al anterior, eran las cinco de la tarde, estaba sentada debajo de su árbol favorito jugando con el pasto.