Hermione
Podía ver la chimenea frente de mi, Harry y ron iban a la cabeza, ellos corren más rápido que yo, vi como una por una se iban cerrando y el miedo me agobiaba, Harry y ron acababan de entrar a la chimenea y cuando yo me dispuse hacerlo esta se cerró frente a mí, en un momento estaba rodeada de gente de la seguridad del ministerio pero yo sabía que eso no significaba otra cosa que ser entregada a Voldemort.
- Salgan de aquí - les ordene y vi como Ron me miraba con lágrimas en los ojos, tomó a Harry del brazo y desapareció, me sentí aliviada en ese momento, hasta que reaccione y me di cuenta que acababa de ser encontrada y muy probablemente estaría muerta en las próximas 24 horas.
Narradora
La mansión Malfoy, grande e imponente, Hermione tenía miedo como es normal pero aun así no lo demostraba, mientras caminaban con ella amarrada de las manos y empujándola siempre se mostró inquebrantable, aun cuando entró a la mansión y su corazón amenazaba de salir de su pecho, no sabía si la torturarían o si la matarían rápidamente, en realidad ya no importaba, lo único que importaba, era que Harry estaba bien y que aún tenían probabilidades de vencer.
- Miren a quien tenemos aquí - bella abría la puerta con un movimiento brusco mientras se acercaba ella- fuiste más difícil de encontrar de lo pensábamos-dice tomando su rostro entre sus manos y apretandolo.
- El señor nos está esperando en el salón, no es momento de juegos- era la voz del nuevo director de Hogwarts, Hermione lo miró con ira, con enojo, con desprecio, era tanto cosas lo que sentí por ese hombre, pero ninguna buena.
- Vamos-ordenó a los seguidores que traían a Hermione a rastras.
llegaron a lo que se imaginaba era el salón de juntas, una mesa larga se extendía por medio del lugar, con una silla que sobresalía de los demás y pudo imaginar de quién era, se escuchaban unos pasos acercándose, podía escuchar a la gran serpiente arrastrándose por el salón también, en ese momento la respiración algo agitada de Hermione se empezó a escuchar, por mas que intentaba mantener la calma le era imposible, le preocupaba morir, siempre pensó que ella no le tenía miedo a la muerte, ella sabía que mientras hacía este viaje era lo más probable que pasara, pero aun así tenerla de frente era muy diferente y eso sintió cuando él apareció por la puerta; lo miraba con superioridad, no se iba a dejar intimidar de él, no lo podía permitir, ella, Hermione Granger, nunca se daría por vencida.
- Hermione-su voz era escalofriante como siempre, pero aun así ella jamás bajó la mirada-valiente como toda Gryffindor, siéntese.
- No quiero-dijo fuerte y claro
con un movimiento de varita hizo que lo obedeciera, él también tomó asiento en el otro extremo de la mesa en su lugar predilecto.
- Eres arrogante y demasiado impulsiva, tienes que aprender a obedecer a tus superiores Hermione.
- Tú no eres superior a mí-le respondió altaneramente, todo mundo calla y mira a Tom, él solo sonríe de medio lado.
- No te voy a asesinar-le dice y Hermione soltó el aire que no sabía que estaba reteniendo suavemente - si no te voy a asesinar me imagino que te preguntaras ¿por que mandé a buscarte ?.
- ¿Me mandó a buscar? - le dice ella con incredulidad- su intención era capturar a Harry.
- Por supuesto que lo es, pero tú eres mi prioridad ahora-le dice y ella lo mira sin comprender-suéltenle las cadenas - Hermione lo miró con duda- sé que eres demasiado inteligente como para saber que es imposible escapar, si te suelto no lo harás ahora-un mortifagos se acerca y le quita las cadenas.
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TENÍAS QUE SER TU
Любовные романыno importa cuantas veces cuente esta historia nunca me creen, y eso se debe ha que esta es la historia de como el hombre mas desalmado del mundo se enamoro de la mujer mas bondadosa, así que si quieres escuchar una historia fuera de lo común, créeme...