𝐬𝐞𝐜𝐡𝐬

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— ¿Vamos a ver el taller? — Le preguntó. Chaeyoung sonrió y asintió. Y tal cual como hicieron antes, salieron tomadas de la mano.

— ¡No inventes! Me dieron un juguete similar cuando tenía diez años

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— ¡No inventes! Me dieron un juguete similar cuando tenía diez años. — Dijo la menor mientras jugaba con el juguete. Mina sonrió y le mostró a Chaeyoung otro. — ¡Wow! Ustedes realmente hacen esto a mano ¡Qué genial! — Dijo la joven emocionada.

— Bueno, no exactamente ¿Quieres ver la fábrica?

— ¿Tienen una fábrica? — Mina rió al ver el brillo en los ojos de Chaeyoung.

— Estamos tontamente en la sala de empaque. Sí, tenemos una fábrica. Esto es dos mil veinte ¿Quién hace cosas a mano de todos modos? — Mina bromeó. Condujo a Chaeyoung a través de las puertas dobles. Un jadeo escapó de los labios de la pequeña.

¡No puede ser! ¡Wow, es enorme! — Miró las máquinas y los elfos que las controlaban. Hubo elfos que llevaron los juguetes hasta la sala de empaque y otros que revisaban si había grietas u otros problemas con los productos. Sonrió y saludó a Jihyo que estaba encima de todos ellos sosteniendo un portapapeles.

¿Impresionada? — Le preguntó Mina. Chaeyoung le dio una gran sonrisa y asintió. — Siempre quise trabajar aquí. Cuando era niña, como cualquier otro niño, siempre quise ver el taller de Santa. Recuerdo que en 1929 hicimos millones de juguetes para entregar a todos los niños el día de navidad durante la Gran Depresión. Fue maravilloso, pude ayudar a empaquetarlos y ponerlos en el saco de Santa. — Chaeyoung parpadeó un par de veces.

"La Gran Depresión. Cien años. Tiene veintiuno. Ella tiene veintiuno". Chaeyoung se repitió aquello en la mente.

— Oh, te mostraré mi casa, donde dormiremos esta noche. Estoy segura que la cama de paja en el granero no era cómoda, ni la cama de hospital. — Dijo mientras la sacaba del taller.

Ah, Mina. — Dijo una voz resonante. Mina jadeó y empujó a la coreana hacia uno de los armarios que se encontraba abierto. Santa arqueó una ceja.

— Entonces has estado tratando de ocultarme a la humana.

S-Santa... yo... — Mina tartamudeó.

Puedes salir, humana. — Santa dijo y palmeó su gran barriga.

Chaeyoung asomó su cabeza y parpadeó.

— ¿Qué es lo que dicen los humanos? ¡Ah sí! ¡Ya puedes salir del clóset. — Dijo el barbudo con orgullo.

Chaeyoung se sonrojó y salió del armario. No sabía si Santa simplemente le estaba diciendo que saliera del armario literalmente o que revelara su orientación sexual. Aclaró su garganta y se escondió detrás de la elfa.

— Veo que te has acercado mucho a la humana, Mina. Hablamos de esto, no podemos permitir que le cuente a la gente sobre nosotros.

Chaeyoung entrelazó suavemente sus dedos con los de Mina. No sabía si sentirse intimidada o simplemente asustada por aquel hombre bastante grande. Pero sentir las manos de Mina entrelazadas de manera protectora con las suyas la hizo sentir menos asustada. Mina se mantuvo firme.

𝐃𝐞𝐚𝐫 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐚 ➳ 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐧𝐠Where stories live. Discover now