Renacimiento del Ser Celestial Supremo [II]

Capítulo 291: ¿Ofender a un tío marcial?

El estimado Huai Yu sufrió otro ataque al corazón y de repente tuvo el impulso de dejar a su cachorro inconsciente y llevárselo, pero se abstuvo.

Miró fijamente la cara de Yan Tianhen cubierta de grietas, sintiéndose culpable. Sin embargo, en la superficie, su expresión no cambió y dijo fríamente: "Vamos, muchacho, no te hagas el coqueto delante de mí. ¡Tu Maestro no caerá en la trampa!"

Yan Tianhen asintió repetidamente, pero en su corazón pensó: no caerá en la trampa, ¡sí, claro!

Después de pensarlo, el estimado Huai Yu se quitó el anillo rojo oscuro del dedo de su mano izquierda y se lo dio a Yan Tianhen, "Este es un regalo de tu Maestro. Cuídalo y no lo pierdas."

El anillo tenía un solo color pero una luz blanca plateada se podía ver parpadeando dentro cuando giraba ligeramente, como el ojo de un gato.

Yan Tianhen lo sostuvo y lo miró cuidadosamente por un rato, "Maestro, ¿Qué es esto? ¿Es sólo para decorar?"

Perdónalo por su bajo nivel. No podía ver ninguna fluctuación espiritual en absoluto.

El estimado Huai Yu fingió sonreír misteriosamente, "Esto ah... mientras cultives duro, lo descubrirás."

Yan Tianhen reflexionó durante un tiempo, pero pensó que era sólo un anillo de piedra ordinario.

Considerando la personalidad del estimado Huai Yu, Yan Tianhen no pudo evitar dudar: "Maestro, no me estará dando algo para engañarme, ¿verdad?"

El estimado Huai Yu rizó una esquina de su boca y habló con reproche, "No juzgues el vientre de un caballero con el corazón de un villano. ¡Para ser honesto, nunca he visto un hombre con un corazón más magnánimo que el mío en toda mi vida! Me temo que tampoco encontrarás nunca otro hombre tan bello como yo."

Yan Tianhen dijo seriamente, "¡Maestro!"

El estimado Huai Yu continuó, "Sé que su respeto por mí es como un río que fluye sin fin."

"Lo que el Maestro acaba de decir, quiero preguntarle si se atreve a decirlo de nuevo con conciencia."

El estimado Huai Yu dijo enojado, "No hay nada que no me atreva a hacer en este mundo."

Yan Tianhen parpadeó sus grandes ojos puros, "¿No te dolerá la conciencia?"

¡Maldito sea este pequeño conejo!

El estimado Huai Yu hizo un gesto como si lo golpeara, pero ¿cómo pudo Yan Tianhen pararse ahí y dejarlo? Después de que Yan Tianhen terminó de hablar, inmediatamente corrió hacia la pequeña casa de bambú en un instante como un conejo cuya cola fue mordida por un tigre.

El estimado Huai Yu gritó dos palabras amenazadoras a su espalda pero no lo persiguió. Cuando Yan Tianhen salió de la habitación, llevando la bolsa que había preparado de antemano en su hombro, parecía muy animado y listo para bajar de la montaña. El estimado Huai Yu le lanzó un pergamino.

"Aquí. Dice lo que quiero que traigas. Te daré tres días. Recuerda prepararlo para mí." El estimado Huai Yu dijo groseramente, "Además, recuérdale a Lin Xuanzhi que las armas mágicas que le pedí que fabricara se han acelerado y que me las dé rápidamente. Si tengo que esperar más tiempo, le cobraré un interés extra."

Yan Tianhen: .....

Yan Tianhen abrió el pergamino y le echó un vistazo. Filas de personajes salvajes e indisciplinados estaban densamente salpicadas en su interior, haciendo que su visión se oscureciera, y casi hizo pucheros.

"Maestro, ¿me está pidiendo que compre toda la Ciudad Profunda para su estimado yo, ah?" gritó Yan Tianhen.

"Si quieres hacer eso por tu Maestro, tu Maestro no tiene ningún problema con eso." El estimado Huai Yu ladeó la cabeza y sonrió, "Bien."