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3. VUELTA A HOGWARTS

"VUELTA A HOGWARTS"

Después de la vergonzosa escena que tuvo Harry junto con Gilderoy Lockhart, y que Elio se haya burlado de el tantas veces cuando tuvo la oportunidad, llegó el día que tenía que volver a Hogwarts.
Mérida fue a buscar a Elio unos días antes de que vuelvan al colegio, para pasar tiempo con su hijo.

Eran las 8:30AM cuando Mérida se levantó y despertó su hijo para que se arregle.
Ya a las 9:30 el niño bajo de su habitación ya bañado y con su baúl para Hogwarts.
Fue a la cocina dónde su madre se encontraba esperandolo para desayunar, en la mesa había dos tazas con café (la de Elio tenía un poco de leche), tostadas, queso crema y mermelada.
Ambos pasaron un desayuno sereno.
Elio le comentó a su madre sobre que quería entrar al equipo de quidditch, pero ella se lo negó diciendo que en tercero haga las pruebas.

Terminaron de desayunar a las 10:20 y partieron en auto a la plataforma.
Elio había quedado con los chicos de juntarse en un compartimiento, así que ni se molestó en buscarlos entre la marea de gente que estaba en la estación de tren.
Saludo a su madre con un abrazo y prometiendole que le enviaría dos cartas por semana.
Entró al tren y busco a sus amigos, pero solo encontró a Hermione y a Ginny quienes estaban con una niña que parecía que recién entraba a Hogwarts.

—¡Hola chicas!— saludo con emoción Elio. Tomó asiento al lado de Hermione y tendió su mano a la muchacha desconocida. —Soy Elio, un gusto.

—Me llamo Mía, el gusto es mío, ¿En qué casa estás?

—En Ravenclaw, a ti ¿en cuál te gusta estar?

—Mmmm no tengo problema con el tema de las casas, ya que toooda mi familia estuvo en casas diferentes. Por ejemplo mi papá es un orgulloso Hufflepuff, pero mi mamá es una águila, y después mis tíos estuvieron la mitad en Gryffindor y la otra en Slytherin— dice la dulce niña haciendo énfasis en la palabra "toda".

—Wow— exclama impactada Hermione, nunca escuchó que una familia sea tan variada en el tema de las casas, la mayoría de las familias mágicas que van a Hogwarts siempre van a una o dos casas, no a todas.

—Si, mi familia es un toque peculiar— dice la niña con una tímida sonrisa. Elio todavía en shock le dice.

—Espero que quedes en Ravenclaw como tu madre, ¡así estamos juntos!— exclama con emoción el niño.

—Elio ¿sabes dónde están Ron y Harry?— pregunta Hermione cambiando de tema.

—No, pensé que ustedes sabían.

—Lo último que supe de ellos es que venían detrás mío— dijo Ginny

Mientras ellos se preguntaban dónde estaban los dos chicos, Harry estaba a punto de caer a un precipicio. El auto estaba volviendose loco y los chicos casi que no lo podían controlar.
Cuando el chico ya estuvo dentro del auto se permitió sollozar, el día no podía estar peor para el. Ron a su lado, saco una de sus manos del volante y con un apretón en su hombro lo trato de consolar.
Aunque el azabache en ese entonces no quería que Ron lo estuviera consolando, el quería a su hermoso girasol.

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Todos en el Gran Comedor hablaban sobre cómo Harry Potter o "El niño que vivió" tuvo el descaro de ir al colegio en un auto volador sin ningún adulto a supervisión.
Elio al escuchar los murmullos sobre el azabache, recordó el auto que los Weasley tienen, y casi se sintió desfallecer al pensar que sus dos amigos, que apenas saben manejar sumando la mala suerte de Harry, les haya pasado algo
Por eso al terminar la cena y no ver qué sus amigos hicieran acto de presencia, se guardo dos sandwich de pollo y dos vasos de jugo de calabaza.
El acompaño a Hermione a su sala común y el se sentó en uno de los sillones a esperarlos, mientras que Hermione se fue directo a la cama sin ni siquiera desearle "buenas noches".
No era extraño para los leones que el águila este en su sala común. Todos lo adoraban, Elio les parecía un chico muy tierno con serios problemas de meterse en peligros donde no lo llaman.

Elio no estaba solo sentado en los sillones, a sus costados estaban todos los Weasley esperando a que su hermano llegué, aparte de que muchos de los alumnos de la casa querían felicitar a sus compañeros por ir en un auto solos sin morir en el intento.

Al rato entran ambos a la sala común siendo recibidos con aplausos y silbidos de sus compañeros.
Todos les preguntaban cómo había sido su viaje y Ron, aprovechando ser el centro de atención  les contó detalladamente y con sonidos que iban bien mientras su historia iba avanzando.
En cambio, el azabache con un caminar rápido, fue hacia donde estaba el Ravenclaw y se lanzó encima de el abrazándolo y sollozando en su hombro, el águila al sentirlo sollozar lo aparto y lo dejo sentado en el sillón, donde anteriormente estaba el sentado, rápido le llevo a Ron su comida, y sin esperar una respuesta tomo la cena y la mano de Harry arrastrándolo por el pasillo para llegar a las habitaciónes de Gryffindor.
Al entrar a la habitación de Harry, cerró la puerta, dejo al chico en la cama quien rápidamente abrió sus sábanas y se metió en esta dejando un espacio al otro, puso la cena en la mesa de luz y se acostó con el azabache sin antes cerrar la cortina de la cama del chico de par a par.

El de ojos verdes ya se encontraba acostado sobre el pecho del otro sollozando ligeramente fuerte. Mientras que su acompañante le acariciaba el cabello y la espalda consolandolo, de vez en cuando le daba besos en su frente y lo apretaba más junto a el.
Cuando Harry se sintió preparado para relatar su casi muerte, se aleja del abrazo y apoya su pera en el pecho de su amigo mirándolo fijamente a los ojos. Elio saca las lágrimas que acariciaban la cara del chico y lo acomoda para que el cuerpo de esté se encuentre más a gusto al contarle del porque su llanto.

—Ho-Hoy cuando estábamos en la estación no podíamos pasar la pared, y por eso tomamos el auto de los Weasley, y en el camino, el auto se nos salió de control y la puerta en la que yo estaba se abrió y me caí.
Quedé colgado sosteniendome de la manija de la puerta, hasta que Ron pudo subirme— Harry absorbe su nariz y los ojos se le nublan— Casi muero hoy, y no fue por culpa de un asesino que me quiere muerto, sino fue culpa mía y de mi idea de ir en auto en vez de esperar a que los señores Weasley vuelvan para que nos ayuden a venir. Lo siento tanto— y rompió en llanto escondiendo su cabeza en el cuello del chico.
Elio con los ojos llorosos al pensar que casi pierde a Harry lo abraza más fuerte y con sus piernas presiona la cadera del chico para tenerlo más cerca de el, si eso es posible, sus brazos rodean su cuello y su cabeza queda sobre la de Potter.
No sabía que decir, su garganta tenía un  nudo que no le permitía decir ni una palabra. Así que solo se permitió llorar junto al león hasta quedar dormidos.