Perfect Disaster ---- JAEDO

Capítulo 16

–Vaya deberíamos hablar ¿No creen?, contar las buenas nuevas. –hablo una voz a sus espaldas.

JaeHyun se separo lentamente de DoYoung, aunque el mas bajo se quería escapar de sus brazos. ¡Al diablo!, nadie tenía que entrometerse en lo suyo, JaeHyun no lo iba a permitir, unió su frente a DoYoung y le susurro.

–Quédate junto a mí, nada ni nadie me separara de ti. Ahora estamos juntos.

DoYoung asintió.

JaeHyun se giro con el cuerpo de DoYoung entre sus brazos de forma protectora; miro las figuras de TaeYong y Ten en medio de su sala.

–Ten. –hablo DoYoung. –Viniste. –sonrió

–Te dije que vendría. –respondió secamente.

–Ten yo… te lo puedo explicar. 

–Eso es lo que quiero DoYoung.

JaeHyun sintió el cuerpo de DoYoung estremecerse ante las palabras de Ten por lo que hablo.

–DoYoung es mi novio ahora Ten por lo que te agradecería no le hables así esta sensible y no voy a dejar que lo hagas llorar.

–Calmémonos. –hablo TaeYong. –Sentémonos y escuchemos lo que tengan que decir Ten, no hagas juicios de valor, sabes bien que no acaban de la mejor manera.

Ten miro a su novio con mal gesto, TaeYong simplemente se encogió de hombros y lo sentó en un sofá grande. JaeHyun llevo el cuerpo de DoYoung aun entre sus brazos a los sofás que estaban frente a TaeYong y Ten, se sentaron.

–Bien hablen. –dijo Ten

–Tennie yo… bueno como dijo JaeHyun somos novios, nos queremos Ten de verdad que si, él es el papá de mi bebé y quiero estar junto a él porque lo quiero y quiero que mi bebé tenga una familia llena de amor y JaeHyun y yo se la vamos a dar porque vamos a trasmitirle todo el amor que nos tenemos a nuestro hijo o bueno hija. Por favor Ten entiéndeme. No quiero que mi bebé pase por lo que yo pase…

La dura expresión de Ten se quebró ante esas últimas palabras, se levanto del sofá al igual que DoYoung y fueron a su encuentro. Ten sostenía el cuerpo de DoYoung en un profundo abrazo mientras el chico pelinegro sollozaba.

–Lo siento, ¡lo siento tanto Doddie!, rayos soy un estúpido. Ya, ya paso. Tranquilo, todo estará bien.

–Yo lo quiero Ten.

–Si pequeño lo sé.

–Acepta esto por mí, se feliz por mí.

–Lo soy, lo acepto Dongs. 

Ten tomo el lloroso rostro de DoYoung entre sus manos y lo beso, justo en los labios. JaeHyun y TaeYong se quedaron estupefactos ante lo que veían, luego ambos amigos se separaron y sonrieron.

–¿Qué diablos…? Kim DongYoung ¿Qué rayos fue eso?

–Tennie, tú, con DoYoung… Que… ¿Qué fue eso?

–No entren en pánico. –hablo Ten. –Son cosas de mejores amigos que nunca entenderán y a demás es privado. En todo caso es un beso de hermanos. No podría besar a DoYoung de otra forma seria como hacer incesto.

–Es cierto, es cosa de hermanos. –apoyo DoYoung.

–En fin, JaeHyun felicidades. –dijo un sonriente Ten mientras lo abrazaba, luego fue a ponerse del lado de TaeYong que aun seguía en shock.

–TaeYong. –lo llamo JaeHyun. –Es mejor olvidarlo, nuestros chicos están locos.

–Tienes razón.

Rieron.

Luego los cuatro fueron a almorzar para luego entre JaeHyun, TaeYong y Ten subir las cajas al cuarto que ahora seria de JaeHyun y DoYoung, ya que, JaeHyun le prohibió rotundamente a DoYoung ayudar a subir sus cajas porque se podía resbalar de la escalera, rodar y perder a su bebé y JaeHyun no lo iba a permitir, así que DoYoung tomo el gran galón de helado de fresa con limón y se dispuso a observar como subían todas sus pertenencias.

Cuando acabaron TaeYong y Ten se quedaron mas hasta la noche, cenaron todos juntos y luego se fueron a casa. DoYoung se encontraba en la sala de estar casi dormido, JaeHyun lo miro y sonrió.

–Vamos a la cama bebé. 

–No quiero caminar, déjame aquí.

–Noup, jamás.

JaeHyun tomo el cuerpo de DoYoung entre sus brazos al estilo princesa, el pelinegro se acomodo entre su pecho quedándose dormido. JaeHyun sonrió, subió las escaleras y se dirigió a su habitación; cambio sus ropas por una pijama y lo arropo para luego posicionarse a su lado, lo rodeo con sus brazos atrayendo su espalda a su pecho, luego posiciono sus manos sobre su vientre. Sonrió. Aquello era toda su felicidad.

VIVA EL JAEDO.