3/ Cena antes de la tormenta

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- ¿Por qué tienes que caminar tan rápido? - La joven refunfuñando seguía a duras penas a su anterior salvador.

- No es mi culpa que seas una mujer de piernas pequeñas.

- ¿Qué dices? ¡Serás grosero! - Le agarró del cabello y lo empezó a tirar.

- Tchchchch... ¡Hey que eso duele! - Bardock exclamó - Eres demasiado imprudente para ser un sayayin con ese nivel de pelea - Dijo mientras la revisaba con el rastreador.

- Oye, no ne apuntes con esa cosa. Me hace sentir incómoda.

- Acostumbrate, cada soldado lleva uno de estos - Apunta a su rastreador - ¿Dónde demonios está el tuyo?

- Espera ¿tenía que ir por uno? - Gine se echo para atrás.

Indignado, el otro se dio la vuelta con un paso veloz dejando atrás a su acompañante.

- Basta, si tengo piernas cortas, ve más lento.

Bardock se detuvo sin voltearse, escupió al suelo y esperó que ella se pusiera a su lado.

(...)

- Chicos, es hora de las apuestas. ¿Quien creen que sea el primero en tener novia?

- Suenas como un completo virgen B185.

- En realidad suena interesante, probablemente gane yo...

El grupo de hombres se detuvo al ver a la pareja incorporarse en el campamento del escuadrón.

- Mierda, ya nos cagó - Dijo B185 para si mismo.

- Capitán, traje al equipaje faltante - Comunicó mientras le apuntaba a Gine.

Ella no alcanzo a contestar cuando el barbón sayayin apareció. Se notaba que había estado en muchas batallas, aunque la panza no faltaba.

- Me llamo Zaho, bienvenida al escuadrón 123 soldado... - Mira su tableta - C203, ubiquese en una de las literas y coma algo antes de dormir. Mañana iremos de exploración a primera hora.

La mencionada obedeció, mas se dio cuenta al posicionar sus cosas que no había ninguna mujer aparte de ella en todo el lugar.

- No será que... Ay no... Dime que no seré la única chica del escuadrón... ¡Estoy frita! Estos monos no dejarán de molestarme mientras esté en el planeta, aunque tal vez...

Gine miró a Bardock, observó que este dormía solo en su litera en la parte de abajo.

- ¿Exactamente que estás haciendo? - Dijo él algo enfadado.

- Estuve pensado y creo que lo mejor es que duerma en esta litera como nos llevamos tan bien... - Lanzó una sonrisa burlona mientras instalaba sus cosas en la parte superior de la litera.

Bardock no habló más, solo quería dormir por esa noche, quizás la echaría otro día pensó. En esos momentos otras cosas rondaban su mente.

Aquel sargento le dio muy mala espina, daba la impresión de que tenía algo personal con él, aunque no sabía por que.

- Bardock, oye bardock, bardock - A los minutos escuchó después que apagaran las luces una voz - Contestameeeee.

- ¿Qué quieres ahora? - Le subieron los humos negros a la cabeza.

- ¿Eres de los que roncan mucho? Es que soy algo sensible para dormir y aunque sea un poco de rui...

Se calló después de que el joven pateara hacia arriba, moviendo por completo el colchón de su ahora nueva compañera.

- Con ese temperamento te quedarás soltero Bardock - Y se durmió.

(...)

¿No era ese tu padre Bardock?

Deberias avergonzarte por lo que hizo...

Probablemente tu salgas igual de blando

Escuchame bien Bardock, no serás nadie en la vida si sigues contestando así...

A veces es mejor no decir ciertas cosas, ¿lo entiendes? ...

Naciste como soldado y morirás como soldado ¿para qué arrepentirse?

HIJOoooo
...
...
...
...

- AHHHH

El tercer sol ya estaba asomándose por el horizonte. Era el momento de levantarse y alistarse para el evento del día.

Apenas consciente debido al aturdimiento de la pesadilla. Tomo sus botas y se vistió con la armadura.

- Lo siento profesor, perdón por explotar el laboratorio... Fui un poco torpe.

Buscó ese sonido el sayayin y lo encontró de los labios aún inconscientes de la chica que se topo ayer y que resulto ser una piedra bastante molesta para lo que a él le respecta.

- Levantate, no te quedes ahí.

Gine siguió durmiendo.

O al menos eso pensaba él.

En el fondo ella estaba despierta, pera le daba flojera levantarse o siquiera levantarse.

- No me obligues a hacer eso...

Gine sintió como un peso se posaba sobre la cama. Al poco sintió una respiración fuerte e intensa en sus mejillas ¿será posible? Imaginó ella. Su compañero planeaba hacer algo que la incomodaba, de eso estaba segura.

- Si eso quieres.

- Ay dios, ay dios, ay dios.......



















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⏰ Última actualización: May 22, 2021 ⏰

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Bardock y Gine / La anarquía del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora