Capítulo 1

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Tengo escalofríos todo el tiempo, necesito la Heimlich.
Goosebumps | Travis Scott

Se movía al compás de la música, disfrutando de la movediza canción que sonaba de fondo, mientras ignoraba al completo a su acompañante, quien intentaba que el chico se centrara en lo que tenían que hacer

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Se movía al compás de la música, disfrutando de la movediza canción que sonaba de fondo, mientras ignoraba al completo a su acompañante, quien intentaba que el chico se centrara en lo que tenían que hacer.

—Hinata, idiota, tenemos que acabar el trabajo —dijo su acompañante furioso, apagando la música.

Shoyo miró de mala manera a Kageyama. La idea del descanso y poner un poco de música había sido de él. Ahora estaba distraído del todo, no había manera en la que pudiera volver a concentrarse en ese aburrido trabajo sobre el modernismo.  Aunque su compañero tenía razones suficientes para estar molesto, él no tenía el derecho de tampoco reclamarle nada.

—Perdón. —Sonrió levemente mientras se sentaba una vez más en el suelo, al lado de la gran cartulina que tenía un montón de letras y colores.

—Creo que te desconcentraste hace ya un rato, mejor volvemos a quedar mañana para acabarlo —comentó con fastidio. El pelirrojo se sintió un poco culpable, pero no sabía qué más hacer o qué decir, así que simplemente tomó sus cosas—. Te acompaño hasta las escaleras.

Los chicos se dirigieron escaleras abajo, había silencio entre ellos pues no tenían mucho que decirse. Había veces en las que se llevaban bien y parecían los mejores amigos, pero había otras en las que parecían llevarse como dos completos desconocidos. Aunque ambos valoraban mucho esos buenos momentos juntos.

—¡No vemos mañana, Bakeyama! —Se despidió Hinata abriendo la puerta, Kageyama a lo lejos, desde la última escalera, meneaba su mano en forma de despedida.

Shoyo salió de casa de Tobio con una sonrisa, contento de que no tener que saber nada más de ese aburrido trabajo hasta el próximo día. Sinceramente pensaba que aquello no le ayudaría en su futuro, le parecía bastante aburrido y forzado, pues tampoco aprendía nada haciéndolo. Aunque Shoyo tampoco tenía claro a qué dedicarse, pero no quería preocuparse de eso ahora, prefería disfrutar de la vida a su manera, disfrutar de su adolescencia. No quería despertarse un día y darse cuenta que no disfrutó lo suficiente cuando podía.

—¡Chibi-Chan!

Shoyo giró su vista para ver la casa que estaba al lado de la de Kageyama. Justo allí, separado por unas rejas que dividía la mayoría de casas del vecindario, se encontraba Oikawa Tooru sonriéndole de manera divertida y pícara.

—¡Oh, Gran Rey! Es un honor verlo una vez más. —El chico se acercó a la barra para hablar con más claridad con el chico—. ¿Vives aquí?

—Así es, toda mi vida —comentó Tooru con fingido orgullo, provocando una pequeña risa a Hinata—. ¿Qué haces por aquí?

—Estaba acabando un trabajo de clases con Kageyama. —Shoyo colocó una mano en una de las rejas.

—¿Con Tobio-chan?... ¿De qué era el trabajo?

Feel Me | OiHinaWhere stories live. Discover now