7|Incertidumbre de lo misterioso

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Él abrió de mala gana y juro que pareció que cualquier pensamiento malo se esfumó. Sonrió muy extrañado, pero igual era una sonrisa...

- ¿Hola? - comentó extrañado.

- Hola - le sonreí falsa. Se notaba que me gusta hacerme del rogar.

- ¿Qué... qué es lo que te trae por aquí? - cuestionó. Se recargó en el marco.

- Tienes la billetera de Izzy, ¿no? -

- ¿Eres policía? - preguntó.

- Si lo fuera ¿qué hay de malo? ¿Mataste a alguien? -

- Por el momento no, _______ - contestó.

- Ahh... en fin, ¿la tienes? -

- ¿Por qué tendría que dartela, linda? - cuestionó.

- Porque sí - 

- ¿Y por qué no vino él? -

- Alguien tenía que esperar por la comida - respondí.

- Esa pudiste ser tú - comentó. Pensó un poco y sonrió - ¿De verdad te ofreciste? Quiere decir que no beso tan mal -

Eso lo tengo que comprobar yo, de nuevo.
- Yo no me ofrecí -

- Ja, claro que lo hiciste, ¿crees que Izzy te dejaría salir en este estado? -

- No me cambies el tema, ya dame la billetera - comenté. Él rió por mi frustración porque no sabía qué decir. 

- ¿Quieres pasar? - preguntó haciéndose hacia atrás. Entré y cerró la puerta - Déjame ir a buscarla -

Asentí. Tardó unos dos minutos en regresar con la billetera en mano, me la entregó.

- Dile que si falta dinero no es mi problema - comentó. Sonreí levemente.

- Gracias -

Nos quedamos en silencio.

- ¿Por qué hicimos esto de la forma aburrida? - cuestionó.

- ¿Había a caso otra forma de hacerlo? -

- Jaja linda, tú no viniste para hacerlo aburrido -

- Cómo sea, me voy - dije - Gracias - pegué la vuelta mientras me reclamaba a mí misma mi manera de actuar.

- Te está matando la curiosidad.... por eso vienes, quieres más, necesitas más.... esa incertidumbre de lo misterioso te llama y te atrapa - comentó. Me detuve y lo volví a ver - Es que era obvio que no venías por buena gente precisamente... quieres más, deseas más, ruegas por más - 

- ¿Y tú cómo sabes tanto? -

- Porque siento lo mismo que tú - respondió.

Se fue acercando más y más, y bueno, ¿quién era yo para alejarme sabiendo que sólo había venido para verlo? Y sí, recalco que estaba ebria, pero yo quería, esto era con consentimiento.

- Eres la pelirroja más sensual que he visto, dejas a Axl como idiota - comentó. Solté una leve carcajada y a este punto no podía dejar de ver su rostro y sus labios, oh Dios, sus malditos labios. En un suave movimiento me hizo chocar con la pared del pasillo que conduce a la puerta del cuarto y pegó su cuerpo con el mío, no sin antes retirar de mis manos la cubeta que impedía la cercanía. Mi corazón iba a mil por hora y ni hablar de nuestras respiraciones. Yo ya no aguantaba el corto espacio que había, pero él disfrutaba torturarme viendo cómo me desesperaba por besarlo. Finalmente, unió sus labios con los míos, dejando al aire miles y miles de pensamientos no tan puros. Un escalofrío recorrió mi cuerpo como una corriente eléctrica y esa sensación venía acompañada de un sentimiento de victoria y triunfo. Sin más preámbulo, nuestras lenguas comenzaron a luchar y la distancia entre nuestros cuerpos era nula. Todo subía mucho de tono, él bajó por mi cuello.
Para ser sincera, yo tenía una no tan grande experiencia sexual.... pero igual sabía moverme, eso creo....

𝙿𝚊𝚝𝚒𝚎𝚗𝚌𝚎 | 𝙸𝚣𝚣𝚢 𝚂𝚝𝚛𝚊𝚍𝚕𝚒𝚗 [EN EDICIÓN] Where stories live. Discover now